Los gobiernos del continente americano implementan políticas "limitadas" y "deficientes" sobre migración, lo que lleva a los migrantes a cruzar la inhóspita selva del Darién rumbo a Estados Unidos ante crisis como las de Venezuela y Haití, denunció la oenegé Human Rights Watch (HRW) en un informe este miércoles.
"Los esfuerzos por regularizar la migración en la región a menudo han sido insuficientes debido a una combinación de plazos restrictivos, procedimientos complejos, requisitos onerosos en cuanto a documentación y retrasos administrativos", indica el reporte.
HRW analizó las directrices de Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Panamá y Perú e identificó desafíos para generar "oportunidades reales de integración socioeconómica" de los migrantes antes de huir a Estados Unidos por el Darién.
Esa situación, según el informe, ha impulsado a miles de personas a atravesar esa jungla de 575.000 hectáreas entre Panamá y Colombia, pese a enfrentar peligros como ríos caudalosos, animales salvajes y grupos criminales.
HRW criticó el convenio alcanzado entre Estados Unidos y Panamá para expulsar vía aérea, con financiamiento de Washington, a los migrantes llegados por ese corredor: "Es probable que este acuerdo empeore aún más el acceso a refugio en la región".
Según cifras recabadas por la oenegé, en el último año y medio más de 700.000 personas han cruzado el Darién huyendo de la violencia, la persecución y las crisis humanitarias. De ellos, 477.000 son venezolanos, 60.000 ecuatorianos y 41.000 haitianos.
"Las crisis en Venezuela y Haití son cada vez peores y exigen que los gobiernos de las Américas, incluyendo Estados Unidos, mejoren sus políticas migratorias", afirmó en el reporte Tirana Hassan, directora ejecutiva de HRW.
Desde el 28 de julio, Venezuela está inmersa en una crisis poselectoral tras la proclamada reelección de Nicolás Maduro entre denuncias de fraude de la oposición, con protestas espontáneas que dejaron 27 muertos, unos 200 heridos y 2.400 detenidos. Su rival Edmundo Gonzáles Urrutia, que reivindica la victoria, tuvo que exiliarse en España.
HRW destaca un sondeo de la firma Megaanálisis en el que un 43% de los encuestados estaba considerando la posibilidad de abandonar Venezuela.
Haití también vive una debacle política y de derechos humanos luego de que en febrero varias de las pandillas que controlan la capital se aliaron para derribar al controvertido primer ministro Ariel Henry, que finalmente fue sustituido por un gobierno de transición.
La violencia de esas bandas, acusadas de asesinatos, saqueos, violaciones y secuestros, ha dejado casi 600.000 desplazados internos entre enero y junio de 2024 y ha llevado a 5,5 millones de personas, casi la mitad de la población, a sufrir necesidades humanitarias, según HRW.
La oenegé pidió a los gobiernos americanos "implementar un régimen de protección temporal en toda la región que conceda a todos los venezolanos y haitianos un estatus regular por un plazo razonable y renovable".
También "crear un mecanismo regional equitativo" para tramitar las solicitudes de refugio por la migración.