Maximiliano Acosta, un hombre de nacionalidad argentina de 42 años, pasó tres semanas en prisión preventiva en el penal de Cacheuta, en Mendoza, debido a un error de la Gendarmería de su país: confundieron envases de talco con cocaína.
El incidente ocurrió a principios de octubre, cuando Acosta viajaba en un bus de larga distancia desde Mendoza hacia Buenos Aires.
Fue durante un control en la localidad de La Paz cuando el Escuadrón 64 de Gendarmería le confiscó 18 envases de talco que portaba en su equipaje, asegurando que contenían un total de 2 kilos 444 gramos de cocaína.
La situación, que escaló con un comunicado oficial de la Gendarmería y declaraciones de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se revirtió el 23 de octubre.
Una nueva prueba pericial a cargo de la Policía Federal, solicitada por el juez Alberto Carelli, determinó que la sustancia incautada no era droga sino talco.
Una segunda pericia determinó que sí era talco
Esta segunda pericia dejó sin efecto la prueba preliminar y llevó a la liberación y sobreseimiento de Acosta, poniendo fin a su injusta detención.
Según fuentes judiciales consultadas por Clarín, los resultados del análisis definitivo demoraron dos semanas, durante las cuales Acosta permaneció encarcelado sin posibilidad de defensa.
Además, el hombre denunció que sus pertenencias fueron robadas en prisión y que su familia desconoció su paradero en los primeros días de su detención, generando una situación de angustia para sus seres queridos.
Y como si fuera poco, no se trató de una situación que pasara desapercibida en el país vecino, ya que la polémica del talco con cocaína fue amplificada en redes sociales.
Bullrich, quien en su momento celebró la captura, se refirió irónicamente al operativo con el tuit “Mucho talco, poco eficiente”, tras conocer el fallo judicial, bajándole el perfil a lo sucedido y librando de mayores responsabilidades al organismo penal.