AFP

Salah Abdeslam "se negó voluntariamente a explotar" durante la ola de atentados del 13 de noviembre de 2015 en París y su periferia, afirmó la noche del viernes su hermano Mohamed Abdeslam en el canal francés BFMTV.

"Si hubiera querido, habría habido más víctimas. Felizmente, no fui hasta el final", le habría dicho Salah Abdeslam a su hermano Mohamed, que lo visitó el viernes en la cárcel de Brujas, norte de Bélgica.

Según Mohamed Abdeslam, su hermano Salah, detenido el 18 de marzo en Bruselas después de cuatro meses de fuga y ahora a punto de ser extraditado a Francia, "quiere colaborar porque tiene que rendir cuentas pero no a Bélgica".

Salah Abdeslam habría negado toda implicación en los ataques del 22 de marzo en Bruselas, de los que estuvo al corriente "porque en la celda tiene la tele".

Fue capturado cuatro días antes de los atentados en el metro y en el aeropuerto de Bruselas-Zaventem, que dejaron 32 muertos en total.

Según extractos de las actas de sus declaraciones en Bélgica, citadas por el diario francés Le Monde y por BFMTV el 25 de marzo, Salah Abdeslam minimizó su papel en los atentados del 13 de noviembre. 

La noche del 13 de noviembre, el décimo hombre de los atentados yihadistas de París y Saint-Denis, al norte de la capital, contó que debía acudir al Stade de France, sin entrada, "para hacerse estallar". "Renuncié cuando aparqué el coche. Dejé a mis tres pasajeros y arranqué de nuevo. Circulé sin rumbo fijo", declaró entonces a la policía.

Los investigadores se preguntan si no estaba encargado más bien del atentado en el norte de París mencionado en la reivindicación del grupo yihadista Estado Islámico y que no se produjo.

La justicia belga dio luz verde el jueves a la extradición a Francia de este sospechoso clave.

"Salvo circunstancia excepcional", será transferido a Francia "en un plazo de diez días", aseguró acto seguido el ministro francés de Justicia, Jean-Jacques Urvoas.

"Desea colaborar con las autoridades francesas", aseguró Cédric Moisse, uno de los abogados del único sobreviviente de los comando que mataron a 130 personas en la capital francesa, que se expresó al principio pero guarda silencio desde el día siguiente de su detención en Bruselas.

Francés de origen belga, de 26 años, Salah Abdeslam, criado en el barrio Molenbeek de Bruselas, parece estar en el corazón de la red de Estado Islámico que ha sembrado la muerte en París y luego en Bruselas.

Según el fiscal de París, François Molins, tuvo "un papel central en la constitución de los comandos del 13 de noviembre" participando "en la llegada de cierto número de terroristas a Europa", y "en la preparación logística de esos atentados".

Su detención después de cuatro meses de huida, según la policía, parece haber precipitado el triple atentado suicida en el aeropuerto y en el metro de Bruselas.

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