Fusiles, granadas y bombas estaban escondidas en las oficinas de los administradores de una cárcel de Ecuador, donde las masacres carcelarias dejan desde 2021 más de 430 muertos, informó este viernes la Fiscalía.
Durante un operativo en el complejo penitenciario de la provincia de Guayas (suroeste), policías y militares "hallaron fusiles, bombas, granadas, explosivos, dinero en efectivo y droga al interior de las oficinas" del SNAI, el organismo encargado de administrar las cárceles, señaló la Fiscalía en la red social Twitter, ahora llamada X.
El mensaje estaba acompañado de imágenes en las que se observan revólveres y fusiles envueltos en plásticos. También aparecen militares retirando partes del techo de las oficinas, donde estaban escondidas las armas.
Agregó que tras el hallazgo "los directores del Centro de Detención Provisional y de la Penitenciaría del Litoral, junto a 5 funcionarios administrativos y 2 guías penitenciarios (todos del @SNAI_Ec) fueron aprehendidos".
El operativo se realizó en el marco de un estado de excepción que rige en todas las cárceles de Ecuador. La medida fue tomada por el Ejecutivo tras la última matanza, que dejó un número indeterminado de muertos debido a que las instituciones oficiales manejan cifras diferentes.
La policía informó de 11 cadáveres y 29 piezas humanas, mientras que la Fiscalía reportó 31 fallecidos.
El SNAI señaló en un comunicado que "prestará toda la colaboración dentro de las investigaciones que se inicien" tras los decomisos.
En junio pasado, las autoridades hallaron, además de armas, cerdos y gallos de pelea en una prisión.
Un reciente censo estableció que en las 36 cárceles ecuatorianas, con capacidad para unas 30.000 personas, hay una población de 31.321 presos. La mayoría están por narcotráfico, un mal creciente en el país, ubicado entre Colombia y Perú, los mayores productores de cocaína.
Convertidas en centros de operaciones del narco, las cárceles ecuatorianas han sido escenario de sendas masacres en las que han muerto más de 430 reclusos, decenas de ellos desmembrados e incinerados.
Un comité de pacificación creado por el gobierno del presidente Guillermo Lasso tildó el año pasado a las cárceles ecuatorianas de "bodegas de seres humanos y centros de tortura".