Las potencias del G7 pidieron este lunes que los inspectores del OIEA que se dirigen a la central nuclear ucraniana de Zaporiyia -- controlada por tropas rusas y blanco de bombardeos en las últimas semanas -- puedan acceder "con toda libertad" a la planta.
El personal del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) debe poder acceder a todas las instalaciones nucleares de Ucrania de manera segura "y sin impedimentos", dijo el grupo de directores de no-proliferación del G7 en un comunicado.
Igualmente deben poder contactar "directamente y sin interferencias" con el personal ucraniano a cargo, añadieron.
"Destacamos que cualquier intento de Rusia de desconectar al central de la red eléctrica ucraniana sería inaceptable", advirtió además el grupo compuesto por Estados Unidos, Canadá, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido e Italia.
Además. el G7 destacó que la central nuclear "no debe ser utilizada para actividades militares o como depósito de material militar".
La central de Zaporiyia, donde se encuentran seis de los 15 reactores nucleares ucranianos, fue tomada en marzo por las fuerzas rusas, poco después del inicio de la invasión el 24 de febrero, y se encuentra cerca de la línea de frente en el sur.
Kiev y Moscú se acusan mutuamente de bombardear las cercanías del complejo, aledaño a la ciudad de Energodar sobre el río Dnipró, y de poner el sitio en peligro.
El director general del OIEA, el argentino Rafael Grossi, anunció el lunes que está en camino a visitar la central de Zaporiyia, que en las últimas semanas ha sufrido bombardeos que atizan el miedo de un accidente grave.
El G7 añadió "sigue profundamente preocupado por la seria amenaza" que el control ruso de las instalaciones nucleares ucranianas implica para la seguridad de las instalaciones.
"El personal de la OIEA debe poder tener un acceso seguro, oportuno y libre a todas las instalaciones nucleares de Ucrania", exigió el G7.