El Grupo de Lima inició el lunes en Bogotá una reunión en la que también participarán Estados Unidos y el líder opositor Juan Guaidó, para definir los pasos a seguir en la crisis venezolana.
"En el Grupo de Lima luchamos para que esa solución se dé en forma pacífica", dijo el vicecanciller de Perú, Hugo de Zela, en la apertura de las deliberaciones a las que se sumará el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence.
"Hemos reafirmado una y otra vez y nuestro compromiso con la transición democrática y el restablecimiento del orden constitucional en Venezuela", dijo por su parte Holmes Trujillo, canciller colombiano y anfitrión del encuentro.
Trujillo recordó que, con el apoyo del Grupo de Lima "algunos países hicimos un esfuerzo importante para facilitar la operación de un canal humanitario para brindar asistencia internacional para aliviar, aunque fuera parcialmente, la grave situación humanitaria que afecta a tantos venezolanos".
Frente a esa actitud, el gobierno de Maduro respondió con "el uso de la fuerza y violaciones masivas de derechos humanos. Es bueno decir con absoluta claridad, el uso de la fuerza en cualquiera de sus formas es inaceptable. No es una solución para lo que ocurre en Venezuela", explicó De Zela.
Reconocido por medio centenar de gobiernos como presidente encargado de Venezuela, Guaidó, que está en Colombia desde el viernes, pidió "dejar abiertas todas las opciones" contra Maduro luego de la frustrada operación del fin de semana que buscaba llevar asistencia básica a los venezolanos golpeados por la escasez de alimentos y medicinas, y que derivó en violentos disturbios.
En el encuentro del Grupo de Lima, una alianza de 13 Estados Latinoamericanos y Canadá creada en 2017 para promover una salida a la crisis venezolana, también participa en esta ocasión el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, cuyo gobierno ha cerrado filas en torno a Guaidó.
En esta reunión no participan cuatro países miembros del grupo: México, Costa Rica, Guyana y Santa Lucía, según informó la cancillería colombiana.
"Ha llegado el momento de adoptar más medidas para aislar al régimen. Medidas más claras que incrementen la presión, y estamos dispuestos a asumir posiciones más categóricas, actuar en el plano político, actuar en el plano financiero", insistió De Zela.