La organización ecologista Greenpeace exhortó este martes al Gobierno japonés a aplazar la suspensión de las órdenes de evacuación que hará posible el retorno de los habitantes de las inmediaciones de Fukushima, en particular a Iitate, un municipio evacuado cuya población resultó muy expuesta.

"El Gobierno de Shinzo Abe está decidido a intentar normalizar los efectos de la catástrofe nuclear creando el mito de que la vida de la gente se puede restaurar solo en unos años después de la contaminación radioactiva a gran escala provocada por el accidente nuclear del 11 de marzo de 2011", escribe Greenpeace en un informe conocido este martes. 

En base a mediciones en el terreno, el grupo ecologista afirma que la zona evacuada sigue sin ser habitable desde un punto de vista sanitario.

"El Gobierno de Abe ha decidido levantar a más tardar en marzo de 2017 las restricciones del habitat alrededor de Fukushima. Esto implica esfuerzos de descontaminación que ya resultan muy insuficientes e ineficaces. Hoy, los niveles de radiación son demasiado altos para permitir un regreso de los habitantes", insiste el grupo ecologista.

Las zonas evacuadas de Tamura y Kawauchi se han decretado habitables, Naraha lo será en septiembre, pero Greenpeace insiste en el caso emblemático de la región de Iitate, a una distancia de 28 a 47 km al noreste de la central nuclear.

Esta localidad de unos 6.000 habitantes no fue evacuada inmediatamente después del desastre del 11 de marzo de 2011, sino un mes después, cuando las autoridades reconocieron que las inmediaciones estaban tan contaminadas sino más que otras situadas más cerca del complejo atómico de Fukushima Daiichi.

"Está claro que los niveles de radiación en Iitate siguen siendo demasiado altos para un regreso de sus ciudadanos con completa seguridad. Ello fue confirmado por nuestro último estudio de la contaminación radiológica de este municipio de 200 km2", escribe Greenpeace.

"Aunque han sido descontaminadas zonas alrededor de las viviendas, corren peligro de volver a ser contaminadas por la migración de la radioactividad desde bosques y montañas que no han sido limpiados", explicó a la AFP un experto nuclear de Greenpeace, Jan Vande Putte, que viajó a Iitate.

"Los resultados del análisis de las muestras tomadas en el lugar revelaron niveles de radiaciones que hacen imposible un regreso, desde el punto de vista de la salud pública y la seguridad", explica la organización.

"Los planes del Gobierno japonés, si se aplican, van a crear una cárcel a cielo abierto de confinamiento alrededor de las casas y carreteras", estima.

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