El gobierno de Venezuela decretó este domingo la reducción de la jornada laboral y la suspensión de clases por el agravamiento de los apagones que se acentuaron en el país petrolero desde el pasado 7 de marzo.
"Para conseguir consistencia en la prestación del servicio eléctrico, el gobierno bolivariano decide mantener suspendidas las actividades escolares y establece jornada laboral diaria hasta las dos de la tarde en instituciones públicas y privadas", informó el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, en declaraciones transmitidas por la televisión gubernamental.
Según informa el medio local El Universal, Rodríguez explicó que los daños a la central hidroeléctrica Guri -una de las más importantes del país- produjeron alteraciones en varios equipos e interrupción de varios procesos, los cuales son "necesarios para la prestación constante del servicio”.
Según consigna El Nacional, producto de los apagones, las instituciones educativas han abierto sus puertas apenas ocho días desde el 7 de marzo.
La medida surge en medio de las múltiples manifestaciones que se produjeron este domingo en Caracas, precisamente por los recurrentes cortes eléctricos que han venido afectando a varias zonas del país.
Manifestantes y ONGs de derechos humanos acusaron que colectivos chavistas armados reprimieron algunas de las protestas.