El Gobierno de Venezuela encabezado por Nicolás Maduro, que mantiene estrechas relaciones con Teherán, condenó este viernes la muerte del general iraní Qasem Soleimani, víctima de un bombardeo lanzado desde un dron estadounidense en Bagdad, acción que "eleva las tensiones" en Medio Oriente.
En un comunicado, la Cancillería expresó "su firme condena al ataque" donde resultó "asesinado" Soleimani, jefe de la fuerza Al Quds, encargada de las operaciones exteriores de los Guardianes de la Revolución iraníes.
El poderoso dirigente militar de 62 años falleció este viernes por los misiles lanzados desde un dron contra el coche en el que viajaba en las inmediaciones del aeropuerto de Bagdad, capital de Irak.
La orden de matar a Soleimani partió del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, después que una turba proiraní atacara el martes la embajada de Estados Unidos en Bagdad, informó el Pentágono.
"Se trata de una acción que a todas luces eleva las tensiones en la región, sin fundamento alguno en el Derecho Internacional", continuó el documento de la Cancillería venezolana, que además "lamenta las muertes causadas" y envía "condolencias" a Irán e Irak.
Según el líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente encargado por medio centenar de países, el gobierno de Maduro tiene "vínculos muy claros con el grupo terrorista Hezbollah y el régimen irání" y "alberga organizaciones y grupos terroristas".
Irán es uno de los principales aliados internacionales de Maduro junto a Rusia, China, Cuba y Turquía.
En julio pasado, el mandatario socialista aseguró ratificar su "disposición" de estrechar los lazos con la también nación petrolera tras la visita del canciller de Irán, Mohamad Javad Zarif, a Venezuela.