La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, proclamó este miércoles la "victoria sobre esas fuerzas tenebrosas", en referencia a los manifestantes antigubernamentales que, a juicio del Ejecutivo, intentan derrocar al Gobierno que preside su esposo, Daniel Ortega, en el marco de la crisis sociopolítica que atraviesa este país.
"Hoy 18 de julio proclamamos nuestra victoria, nuestro avance sobre esas fuerzas diabólicas, tenebrosas, terroristas, criminales, que durante tres meses azotaron, quisieron secuestrar la paz en Nicaragua, pero no pudieron", señaló la también primera dama en un mensaje a través de medios oficiales.
La dignataria destacó que la valentía y la dignidad, el orgullo nicaragüense "es mucho más grande" y que de ahora en adelante "vamos a cuidar cada milímetro de nuestra sagrada patria para que nunca más pretendan invadirnos con energía diabólica, perverso, malignas".
El Gobierno tomó el pasado martes el control de Masaya (sureste) a través de la denominada "Operación Limpieza", que consiste en una ofensiva ejecutada por las llamadas "fuerzas combinadas", integrada por policías, antimotines, parapoliciales y paramilitares, junto a trabajadores del Estado, para remover bloqueos de caminos y barricadas. La ciudad de Masaya era el último gran bastión que se mantenía en pie contra el Gobierno sandinista.
EE.UU.: el "claro" deseo de aferrarse al poder
Por otra parte, las críticas internacionales continúan y el Departamento de Estado de Estados Unidos aseguró hoy que el asalto a la ciudad de Masaya por parte de las fuerzas del Gobierno del presidente Ortega supone "otro claro ejemplo" del deseo del mandatario de "aferrarse al poder".
"El ataque de ayer en Masaya es otro claro ejemplo de la voluntad de Ortega de aferrarse al poder sin importarle el precio que tenga que pagar el pueblo nicaragüense", denunció en una rueda de prensa la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert. La funcionaria estadounidense criticó con vehemencia que el Ejecutivo enviara el martes a las fuerzas del orden y a "grupos armados" afines a Ortega a Masaya con el objetivo de retomar el control de las calles.
Asimismo, la portavoz expresó su satisfacción por el hecho de que la comunidad internacional se esté posicionando claramente contra Ortega y agradeció a la Conferencia Episcopal de Nicaragua sus esfuerzos para "resolver el actual conflicto, restaurar el respeto a los derechos humanos y alcanzar un mejor futuro".
"Apreciamos el papel mediador de la Iglesia, no obstante, nos preocupa que sus miembros que están trabajando para poner fin al conflicto están sufriendo ataques, tanto físicos como a su reputación, por parte del Gobierno de Ortega y de sus seguidores", denunció Nauert.