Este viernes, la Asamblea Constituyente que rige Venezuela con poderes absolutos acordó por unanimidad asumir competencias del Parlamento controlado por la oposición.
Ante este hecho, el Gobierno de Chile expresó su "enérgica condena" ante la decisión, "lo cual ratifica la ruptura del orden democrático y constitucional en Venezuela".
Además, la declaración oficial manifiesta que el Ejecutivo "reitera el no reconocimiento de este y otros actos que emanen de la Asamblea Nacional Constituyente".
Y, por último, "decide intensificar consultas con países afines con el propósito de aplicar la Carta Democrática Interamericana a Venezuela".
De acuerdo a AFP, el acuerdo, que incluye la potestad de dictar leyes, fue tomado en una sesión a la que se negó a asistir la junta directiva del Parlamento, que había sido citada el jueves por la presidenta de la Asamblea Constituyente, la excanciller Delcy Rodríguez.
El decretó recordó que "todos los órganos del poder público se encuentran subordinados a la Asamblea Nacional Constituyente", lo cual fue desconocido -agregó- por el Congreso al no comparecer sus directivos a la sesión.
"¡No vamos a permitir más desviaciones de poder! (...) ¡Llegó la Constituyente a poner orden!", advirtió Rodríguez antes de la lectura del acuerdo.
En una carta abierta, la junta directiva del Parlamento reiteró que desconoce "la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente, sus mandatos y todos los actos emanados de la misma".