El ministro alemán de Interior calificó el domingo de "inaceptable" lo ocurrido la víspera en Berlín en una gran manifestación contra las restricciones impuestas por la pandemia de covid-19, con 300 detenciones y un intento de asedio al Parlamento nacional.

Ver a "extremistas y alborotadores" intentar entrar por la fuerza en el edificio del Reichstag, sede de la cámara de diputados y "centro simbólico de nuestra democracia", es "inaceptable", advirtió Horst Seehofer en la edición dominical del diario Bild.

El sábado por la noche, varios cientos de manifestantes forzaron las barreras de seguridad y el cordón policial para subir las escaleras que llevan a la entrada del Reichstag. 

Las fuerzas de seguridad lograron impedir por poco que entraran en el recinto. Usaron espráis para dispersar a la multitud y detuvieron a varias personas. 

"La pluralidad de opiniones" es "una característica del buen funcionamiento de una sociedad", afirmó el ministro conservador. Pero la libertad de reunión "llega a sus límites cuando se pisotean las reglas públicas", dijo al diario Bild.

En total, la manifestación congregó a 38.000 personas, según la policía, el doble del número previsto al principio. Unas 300 personas fueron detenidas en los altercados con la policía.

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