La presidenta de Taiwán advirtió el lunes a China que la isla nunca va a renunciar a su modo de vida democrático ni a sus libertades, en un discurso por la fiesta del Día Nacional.
La gobernante Tsai Ing-wen comparó la invasión rusa de Ucrania con la intención de Pekín de un día tomar control de Taiwán, como ha prometido hacer incluso por la fuerza de ser necesario.
"No podemos ignorar en absoluto el desafío que esas expansiones militares suponen para el orden mundial libre y democrático. Esos acontecimientos están inextricablemente relacionados con Taiwán", sostuvo.
Los 23 millones de habitantes de la isla viven bajo la constante amenaza de una invasión china, y la guerra rusa en Ucrania avivó los temores de que Pekín podría intentar algo similar con Taiwán.
Tsai insistió en que Taiwán no desea convertirse en parte de China.
"El consenso más amplio entre el pueblo taiwanés y nuestros varios partidos políticos es que debemos defender nuestra soberanía nacional y nuestro modo de vida libre y democrático", insistió.
"En este punto, no tenemos margen para un compromiso", afirmó.