AFP

Las fuerzas del gobierno libio de unidad nacional (GNA) lanzaron este domingo "la última fase" de la ofensiva contra las posiciones que todavía controla el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en su bastión de Sirte, en el norte de Libia.

Unos 1.000 soldados fueron movilizados para expulsar totalmente a los yihadistas que resisten en dos barrios de la ciudad costera, en gran parte retomada por las fuerzas del GNA desde principios del verano (boreal).

"Nuestras fuerzas entraron en los dos últimos barrios de Dáesh (acrónimo árabe del grupo EI) en Sirte", anunció a la AFP Reda Issa, portavoz de las fuerzas progubernamentales. "La última batalla de Sirte ha comenzado", afirmó.

La reconquista total de la ciudad, situada a 450 kilómetros al este de Trípoli, supondría un gran revés para el EI, que tomó el control de la localidad en junio de 2015, desde donde dirigió su expansión fuera de Siria e Irak. 

Las fuerzas progubernamentales, formadas principalmente por ex rebeldes que rechazaron entregar las armas tras la revuelta de 2011, lanzaron una ofensiva el 12 de mayo. Entraron el 9 de junio en la ciudad, lugar de nacimiento del ex dictador Muamar Gadafi, donde tomaron el control del puerto y del centro administrativo. 

El hospital de campaña de Sirte contó 34 muertos entre las tropas leales al gobierno, mientras que el hospital central de Misrata, ciudad situada a unos 200 km al oeste y sede del Centro de Mando de operaciones, dijo haber recibido 150 heridos de las fuerzas del GNA.

Un fotógrafo de la AFP en Sirte presenció "violentos combates callejeros" durante la jornada, que se hicieron esporádicos al caer la noche. 

Las tropas progubernamentales emplean todo tipo de armamento, especialmente artillería pesada, mientras que los yihadistas tienen como ataque estrella el uso de vehículos con carga explosiva. A lo largo del domingo emplearon hasta cinco, según el ejército.

"Uno de nuestros tanques consiguió destruir un coche bomba que apuntaba contra nuestras fuerzas, y fue neutralizado antes de que cumpliera con su objetivo", explicó Reda Issa.

El portavoz añadió que las fuerzas terrestres han aprovechado para avanzar "una noche de bombardeos de la fuerza aérea" de Estados Unidos, que apoyan a las tropas progubernamentales en Sirte desde el 1 de agosto a petición del GNA. Sin embargo, el fotógrafo de la AFP señaló que no se habían producido bombardeos aéreos durante el día.

 Tanques y francotiradores

Desde hace varios días, las tropas leales se preparaban para esta "batalla decisiva" contra el EI, después de haber expulsado a los yihadistas de sus últimos reductos.

Las fuerzas progubernamentales se habían reagrupado en la periferia de la ciudad y en la entrada de dos barrios del norte y del centro de la misma, según declaraciones de soldados recabadas por el corresponsal de la AFP en el frente. 

"Limpiamos nuestras armas [...] y las preparamos para la fase decisiva que, con la ayuda de Dios, tendrá lugar mañana [domingo] o pasado mañana [lunes]", indicó el sábado a la AFP el soldado Usama Mohamad Mosbah. 

Una calma inestable reinaba en el frente desde el jueves por la mañana en Sirte. El sábado comenzaron los enfrentamientos en las inmediaciones del barrio residencial número 1, donde las fuerzas del GNA utilizaron ametralladoras y lanza-cohetes contra los yihadistas del EI, según el corresponsal de la AFP. 

También se desplegaron francotiradores sobre los tejados de las casas, cuyas paredes estaban pintadas con los colores de la bandera negra del EI.

Tras un avance rápido en mayo, la progresión de las fuerzas del GNA se vio perturbada por la estrategia de guerrilla puesta en marcha por el EI, cuyas "armas son las minas (...) y los cinturones con explosivos", según el soldado Faraj Ben Said. 

Las explosiones de coches bomba, de kamikazes y de minas antipersona han dejado numerosos muertos entre las tropas leales al gobierno, que han perdido más de 350 combatientes, según fuentes militares. Casi 2.000 habrían resultado heridos. Se desconoce el balance de víctimas del bando del EI. 

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