AFP

La destituida fiscal venezolana Luisa Ortega denunció este miércoles en Brasil "la muerte del derecho" bajo el gobierno de Nicolás Maduro y advirtió que la crisis política pone en peligro el equilibrio de toda la región.

"En Venezuela ha ocurrido la muerte del derecho. La estabilidad de la región está en peligro", dijo la ex funcionaria en medio de una fuerte muestra de apoyo de sus pares sudamericanos reunidos en la capital de Brasil.

"Te reconocemos como la fiscal general de Venezuela (...) Nuestra solidaridad contigo, Luisa, de Paraguay y de todos los ministerios públicos de la región porque creemos que [tu situación] es una bofetada a la democracia y al estado de derecho", dijo Javier Díaz Verón, representante de Paraguay.

El mismo tono adoptó la procuradora argentina, Alejandra Gils Carbó, quien denunció violencia verbal y física contra Ortega, que desembocó en su destitución y su "exilio". 

Ortega abandonó su país el viernes pasado denunciando una persecución política por parte del gobierno de Nicolás Maduro. Llegó a Brasil desde Colombia con la promesa de denunciar supuestos vínculos de Maduro con la saga de corrupción de la constructora Odebrecht, que regó de sobornos a funcionarios de países latinoamericanos y de África.

El gobierno de Caracas la busca por su supuesta participación en un esquema de corrupción y anunció que buscará su captura internacional vía Interpol.

Ortega quedó en el centro de la crisis política venezolana, que aisló a la potencia petrolera caribeña de sus socios regionales tras la instalación de una Asamblea Constituyente con poderes absolutos, considerada por muchos países como una ruptura del orden democrático. 

Sentada junto a Rodrigo Janot, procurador general de Brasil, responsable de la invitación y figura clave en la investigación que reveló la trama de desvíos en la estatal Petrobras, Ortega dijo esta madrugada al llegar a Brasilia que hablará "de Odebrecht, el caso de corrupción en Venezuela" y de su situación.

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