Francia pidió guardar "la máxima prudencia" sobre el origen del misil caído en el este de Polonia y advirtió de "importantes riesgos de escalada", declaró el miércoles el Elíseo.
"Es lógico que abordemos la cuestión con la máxima prudencia (...) Muchos países disponen del mismo tipo de armamento e identificar el tipo de misil no significa necesariamente identificar al actor que lo ha disparado", señaló la presidencia francesa.
Polonia indicó que un "misil de fabricación rusa" cayó el martes en una localidad en el este de su territorio, cerca de la frontera rusa, y mató "a dos ciudadanos" polacos.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, acusó rápidamente a Rusia del disparo, pero su homólogo polaco, Andrzej Duda, indicó que no existe una "prueba inequívoca" de su autoría. Rusia negó estar detrás del lanzamiento.
La caída del proyectil en Polonia, país miembro de la OTAN y la Unión Europea, provocó temores de una escalada del conflicto más allá de Ucrania.
Líderes de países del G7 y la OTAN se reunieron el miércoles temprano en Bali, donde se celebra la cumbre del G20, para analizar los hechos.
Tras ese encuentro, en el que participó el jefe de Estado francés Emmanuel Macron, el presidente estadounidense, Joe Biden, dijo que era "improbable" que el misil procediera de Rusia.