Francia instalará radares de sonido en sus calles para multar a todos los vehículos que causen demasiado ruido.
Los radares son una de las medidas tomadas por el país europeo para disminuir la contaminación acústica, mejorando la calidad de vida y desplazamiento de los franceses.
De acuerdo con Bruitparif, “una motocicleta desenfrenada puede despertar a 10.000 personas en París”.
Es por esto que desde noviembre de 2021 a abril de 2022 se instalarán dos radares de sonidos -apodados “medusas” por su forma- a modo de prueba en dos calles concurridas de París. El dispositivo medirá qué tan fuerte es el ruido (frecuencia en decibeles) producido por las motos.
Cuando termine el periodo de prueba, los sensores de las “medusas” se aplicarán en ocho ciudades de Francia y sacarán fotos a las patentes de los vehículos que superen cierta cantidad de decibeles para multarlos.
Según un estudio del Consejo Nacional del Ruido y la Agencia de Transición Ecológica de Francia, el ruido significa una pérdida de 156.000 millones de euros por sus consecuencias a la salud y economía.
Además de multar a los ruidosos, en París se disminuirá la velocidad máxima a la que se puede conducir a solo 30 Km/h.