Tras ocho años de batalla judicial, el expolicía argentino Mario Sandoval fue extraditado este domingo a Buenos Aires, donde se espera sea juzgado por su supuesta implicación en la desaparición de un estudiante en 1976, durante la dictadura.

Mario Sandoval, de 66 años y que radicaba en Francia desde 1985, embarcó escoltado el domingo por la noche en el vuelo de Air France AF228.

"Todo ha salido como previsto", declaró la abogada del Estado argentino, prevenida por la embajada argentina en Francia poco después de la salida del avión hacia la media noche (23.00 hrs GMT).

Exiliado desde 1985, tras la caída de la junta militar argentina, el expolicía fue detenido el miércoles en su residencia de Nogent-sur-Marne, cerca de París, tras agotar todos los recursos legales a su alcance.

El Consejo de Estado francés, la máxima jurisdicción administrativa, había dado luz verde definitiva al decreto de extradición adoptado por el gobierno francés el 21 de agosto de 2018.

La justicia argentina, que reclamaba a Sandoval a Francia desde 2012, sospecha que participó en más de 500 casos de muerte, torturas y secuestros durante la dictadura militar (1976-1983). Testigos le atribuyen el apodo de "Churrasco", por las torturas con descargas eléctricas en un somier de metal.

Docente y consejero presidencial de Sarkozy

La justicia pidió su extradición por el caso de Hernán Abriata, un estudiante de arquitectura detenido en la Escuela de Mecánica de la Marina (ESMA), un centro de torturas por el que pasaron más de 5.000 personas que posteriormente desaparecieron, a menudo lanzadas desde aviones al Río de la Plata.

En la noche del 30 de octubre de 1976 sonó el timbre en la casa de los Abriata en Buenos Aires. Los padres abrieron la puerta y vieron a un uniformado que se identificó como "Sandoval, de Coordinación Federal", una temida sección de secuestros políticos y torturas.

Los familiares de Abriata nunca olvidaron el rostro del Sandoval que se llevó detenido a su hijo, a quien no vieron nunca más. El expolicía niega los hechos.

En Francia rehizo su vida pero sin ocultar su nombre y apellido, solamente su pasado. Logró ser consejero del expresidente francés Nicolas Sarkozy. También colaboró con grupos paramilitares colombianos, trabajó como profesor en el Instituto de Altos Estudios de América Latina de La Sorbonne Nouvelle y de la Universidad de Marne-la-Vallé, y en 1997 adquirió la nacionalidad francesa, lo que no impidió su extradición ya que al momento de los hechos no era francés.

Sandoval multiplicó los recursos contra su entrega a su país de origen. La abogada del Estado argentino para este caso, Sophie Thonon-Wesfreid, se felicitó de esta decisión y declaró: "ha acabado un combate pero ahora empieza el más importante, el que le llevará a responder de sus delitos".

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