AFP
El ministro francés de Relaciones Exteriores, Jean-Marc Ayrault, afirmó este viernes que no hay "la más mínima indicación sobre las causas" de la caída del avión de EgyptAir, después de que las autoridades egipcias plantearan la pista de un atentado.
"Se están examinando todas las hipótesis, pero no se privilegia ninguna, porque no tenemos la más mínima indicación sobre las causas", declaró Ayrault al canal France 2.
"Además, estamos buscando restos del avión. Francia está trabajando con Egipto, Grecia y otros países, ya hay un avión en la zona y va a llegar otro, así como buques", explicó.
El jueves, el ministro egipcio de Aviación Civil estimó que la probabilidad de un atentado era "más alta" que la de un fallo técnico, pero Ayrault llamó a la prudencia.
"Ayer hablé dos veces por teléfono con mi homólogo Sameh Shukry, y no me dijo eso, me dijo sencillamente que quería que se examinen todas las hipótesis, con toda transparencia. Hay una cooperación total entre Egipto y Francia, y eso es muy importante", dijo el ministro francés.
El funcionario añadió que organizará el sábado en la sede del ministerio una reunión entre las familias de los pasajeros y representantes del Estado francés, "para darles el máximo de información con toda transparencia" sobre la desaparición del Airbus A320, que se precipitó el jueves en aguas del Mediterráneo con 66 personas a bordo, entre ellas 30 egipcios y 15 franceses.
"Mañana reuniré en el Quai d'Orsay a los representantes de todas las familias, de 12 nacionalidades, a los embajadores, y evidentemente estarán los representantes de la fiscalía y de la oficina de investigación de accidentes", expuso.
La reunión tendrá lugar a las 9H30 (07H30 GMT) en el ministerio en París, precisó su gabinete.
Según EgyptAir había 30 pasajeros egipcios, 15 franceses, un británico, un canadiense, un belga, un portugués, un argelino, un sudanés, un chadiano, dos iraquíes, un saudí y un kuwaití. Por su parte el ministerio de Exteriores de Canadá dijo que había dos canadienses a bordo.
El avión, que viajaba de París a El Cairo, desapareció de los radares griegos cuando acababa de entrar en el espacio aéreo egipcio, y cayó a 130 millas náuticas de la isla griega de Kárpatos, según las autoridades locales.