Francia admitió hoy una falla administrativa en el proceso de deportación del hombre que perpetró un ataque con cuchillo la semana pasada en Marsella, que se presume tuvo motivación terrorista.
Dos días antes del ataque, el tunecino había sido detenido en Lyon por robar en un comercio, pero fue puesto en libertad poco después, lo que generó fuertes discusiones en Francia al hacerse pública la información.
Una investigación ordenada por el ministro del Interior Gérard Collomb, determinó "graves problemas de funcionamiento" en la prefectura de Lyon en relación al proceso de deportación.
El Gobierno anunció que el jefe de la administración responsable será sustituido.
Además, hasta fin de año se crearán 200 lugares adicionales para las personas que esperan en custodia a ser deportadas.
El atacante, Ahmed Hannachi, apuñaló el 1 de octubre a dos mujeres delante de la estación de trenes más importante de Marsella antes de ser abatido por soldados. Hannachi gritó "Alá es grande" en árabe, de acuerdo con testigos.
La milicia terrorista Estado Islámico (EI) se atribuyó después la responsabilidad del ataque. Sin embargo, aún no quedó esclarecida su motivación. Mientras tanto, la Policía suiza detuvo por sospechas de terrorismo a un hermano de Hannachi.
El hermano fue detenido el domingo junto con su pareja, una mujer, en Chiasso, un pueblo en la frontera suizo-italiana. Los dos serán extraditados a Túnez por poner en peligro la seguridad interna de Suiza, dijo una portavoz policial.