Esta madrugada un intenso operativo policial sorprendió con tiroteos y explosiones a los vecinos del barrio de Saint-Denis, al norte de París.
La misión era encontrar y detener -o abatir- a los sospechosos de los ataques terroristas del pasado viernes 13 de noviembre.
A las 4:16 horas locales inició la redada, con el objetivo de que todo ocurriera antes que los parisinos viajaran a sus trabajos y se alarmaran, según explicó el jefe del operativo policial, Jean-Michel Fauvergue.
Fauvergue reveló que debieron "actuar rápidamente", porque la redada perdió su "efecto sorpresa". La policía decidió utilizar explosivos para abrir las puertas del departamento donde habían ubicado a los sospechosos, lo que resultó sin éxito.
Luego de ello, un tiroteo se registró por casi 45 minutos.
De acuerdo con los relatos del policía, fueron los presuntos autores de los ataques quienes actuaron como "verdaderos profesionales": "Ellos estaban disparando en ráfagas, de a poco, para que el fuego no se detuviera. Esto también les permitió ahorrar sus municiones. Estaban realmente preparados", recuerda Fauvergue.
Una mujer se hizo estallar y cinco policías resultaron heridos.
Ocho personas, entre ellas una mujer, fueron detenidas y otras dos abatidas en la operación, según confirmó el fiscal de París, François Molins.
Molins precisó sí que "Abaaoud Abdelhamid (yihadista belga sospechoso de ser el cerebro detrás de los atentados) y Abdeslam Salah (otro sospechoso clave) no forman parte de los ocho bajo custodia", aunque las identidades de los dos fallecidos aún no han sido confirmadas.
