El mundo ya se ha acostumbrado a escuchar y leer sobre la activista contra el cambio climático Greta Thunberg, quien logró volver a Europa tras cruzar por segunda vez el Atlántico en un velero para participar en la COP25, que se está llevando a cabo en Madrid, España.

La sueca ha hecho noticia -entre otras cosas- por sus duras palabras hacia los líderes mundiales y por su tono confrontacional, sin embargo, en esta oportunidad no fue eso lo que la llevó nuevamente al centro de la polémica.

Ahora la activista hizo noticia por una foto que a primera vista parece inocente: en la imagen aparece Greta sentada en las faldas de su madre, sobre un sillón en la sala de estar de su casa en Estocolmo.

Pero la foto contiene un detalle que lo complica todo: un sillón blanco a la izquierda de ambas. Se trata de una pieza del diseñador estadounidense Charles Eames, un prestigioso arquitecto de interiores fallecido en 1978.

El mueble está hecho de cuero animal y madera refinada, y cuesta más de 6.000 euros, más de 5 millones de pesos chilenos.

Los usuarios de redes sociales no tardaron en darse cuenta, las críticas no se hicieron esperar y la fotografía se viralizó.

Algunas personas consideran que la activista y su familia tienen un doble discurso, pues por un lado aseguran luchar contra el cambio climático y las empresas y gobiernos que lo permiten, y por otro no tienen problema en adquirir un bien de lujo que requirió matar a un animal y talar árboles para ser elaborado.

Greta Thunberg llegó a Lisboa el martes 3 de diciembre, donde se tomará algunos días de descanso antes de viajar a Madrid, donde se está llevando a cabo la Cumbre Climática.

 

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