El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, levantó el miércoles una "nueva línea de investigación" sobre el asesinato en Chile de un militar disidente del gobierno de Nicolás Maduro, que tachó de "falso positivo" con participación de agentes de seguridad chilenos.
Ronald Ojeda, de 32 años y militar retirado del Ejército de Venezuela, fue secuestrado el 21 de febrero por personas que simularon ser policías chilenos y que lo sacaron de madrugada en ropa interior de su departamento. Nueve días después, fue hallado muerto dentro de una maleta que había sido enterrada en una barriada de la capital chilena.
"Fue una operación de falsa bandera, un falso positivo (...) Se trata de una operación (...) que tenía como objetivo enturbiar las relaciones entre Chile y Venezuela justo cuando ocurría un importante acercamiento", dijo el fiscal general venezolano.
"El asesinato de Ronald Ojeda (fue) para politizarlo, para instrumentalizar una campaña de ataque contra el Estado venezolano", añadió.
Saab hizo referencia a la tesis de la fiscalía chilena en la que "califica la operación, por su organización, tamaño, modus operandi y resultado, como de una macro banda".
"Yo pudiera también decir, y es una teoría ahora que debería ser una línea de investigación, que dicho asesinato fue cometido por servicios de inteligencia extranjeros con apoyo de funcionarios de inteligencia chilenos", lanzó.
Saab, acusado de servir al chavismo gobernante, señaló que su despacho envió a dos representantes a Santiago para colaborar con la investigación, pero no fueron recibidos por el fiscal general chileno ni por los agentes asignados al caso.
Las autoridades chilenas apuntaron al móvil político, al mismo tiempo que señalan como posibles autores del secuestro a la banda criminal "Tren de Aragua", de origen venezolano pero con tentáculos en la región.
La víctima no tenía relación aparente con el crimen organizado y desarrollaba actividades lícitas en Chile, que le concedió refugio político tras escapar de una cárcel venezolana después de ser acusado de conspiración. En sus redes sociales, Ojeda se calificaba como "preso político".