Los Reyes de España, invitados por el alcalde de la City, Andrew Parmley, presidieron una cena de gala en el emblemático edificio Guildhall, al término de su segundo día de viaje de Estado al Reino Unido, donde el monarca volvió a recordar los lazos que unen a ambos países e hizo énfasis en los aspectos económicos.
Felipe VI pidió a los gobiernos de ambas naciones "seguir trabajando con ahínco para que el acuerdo entre la Unión Europea y el Reino Unido sobre el brexit les dé la necesaria confianza y certidumbre" a los británicos.
Horas antes almorzó en la residencia oficial de Downing Street con la primera ministra británica, la conservadora Theresa May, quien trasladó al monarca español su interés por establecer una "nueva, sólida y especial" relación con la Unión Europea cuando el Reino Unido abandone al bloque comunitario.
Durante el encuentro abordaron una serie de asuntos de interés global y bilateral, explicó en un comunicado un portavoz de May.
Según el portavoz, ambos dirigentes coincidieron en la necesidad de defender los principios del libre comercio, al tiempo que resaltaron "la importancia" de su "estrecha cooperación en materia de seguridad y terrorismo".