La lucha contra el autodenominado Estado Islámico continúa en occidente y uno de los países que más ha dado la batalla contra los yihadistas es Estados Unidos.
Este jueves fue justamente el FBI quien, en voz de su director, James Comey, dijo que los éxitos en el campo de batalla contra el Estado Islámico podrían producir más terrorismo para Occidente.
En el marco de una conferencia de ciberseguridad en la Universidad de Fordham, Comey predijo que la eventual destrucción del califato del Estado Islámico en Siria e Irak podría resultar en la dispersión de terroristas en cualquier lugar, consigna CNN.
El director del FBI advirtió que el colapso del califato significará el incremento en los ataques en Europa occidental y en los Estados Unidos.
“De alguna manera habrá una diáspora terrorista fuera de Siria como la que no hemos visto antes”, dijo Comey. “No todos los asesinos del Estado Islámico van a morir en el campo de batalla”.
Uno de los últimos atentados reivindicados por el grupo yihadista ocurrieron en Baviera (sur de Alemania) por solicitantes de asilo. Uno, cerca de un festival de música en Anasbch el pasado domingo y otro, el 18 de julio, en un tren, en Wurtzburgo. Por otro lado, un joven desequilibrado mató a nueve personas en Munich el 22 de julio, aunque se trataba de un acto no vinculado al islamismo radical.
El caso de Alemania resulta relevante ya que continúa con su política de asilo pese a los recientes ataques.
Tras haber recibido a más de un millón de refugiados en 2015, el número de llegadas de refugiados al país se ha reducido considerablemente: unos 100 diarios en la actualidad.
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