AFP
El "capo de capos", de 87 años, condenado a 26 cadenas perpetuas y sospechoso de haber matado a más de 150 personas, llevaba varios días en coma inducido, después de que su salud se deteriorara a raíz de dos operaciones.
Riina murió en la zona carcelaria del hospital de Parma, en el norte de Italia, según los principales diarios del país y la agencia de noticias ANSA.
El hospital no confirmó su muerte por el momento.
Su mujer y tres de sus cuatro hijos habían obtenido el jueves un permiso del ministerio italiano de Salud para poder visitarlo y despedirse de él.
El hijo mayor del mafioso cumple cadena perpetua por cuatro asesinatos.
"No eres Toto Riina para mí, sólo eres mi padre. Y te deseo un feliz cumpleaños, papá, en este día triste pero importe. Te quiero", escribió su otro hijo, Salvatore, en Facebook el jueves, día del cumpleaños del capo fallecido.
Riina había pedido ser liberado de prisión en julio, alegando una enfermedad grave, una petición rechazada después de que un tribunal sentenciara que el cuidado médico que se le daba en la cárcel era tan bueno como el que podía recibir fuera.
Los médicos aseguraron entonces que Riina estaba "lúcido". En una conversación interceptada meses atrás, el excapo afirmaba que "no se arrepentía de nada". "Nunca podrán conmigo, aunque me condenen a 3.000 años" de cárcel, añadía.
El padrino siciliano mandó asesinar en 1992 a los jueces antimafia Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, que habían trabajado sin descanso para llevar a más de 300 mafiosos a juicio en 1987.
También fue el responsable de atentados con bomba en Roma, Milán y Florencia, en los que murieron 10 personas.
"Que Dios lo perdone, porque nosotros no lo haremos", declaró una asociación de víctimas del atentado en Florencia, según el diario Fatto Quotidiano.