La expresidenta surcoreana, Park Geun-hye, fue considerada culpable por un tribunal de Seúl de varios cargos de abuso de poder, coacción y soborno dentro de la trama de corrupción de la "Rasputina", que forzó su destitución en enero de 2017.
A la espera del veredicto, la sentencia, cuyo anuncio fue televisado en directo, considera probado que la expresidenta conservadora y su amiga Choi Soon-sil, la "Rasputina", crearon una vasta red de favores a través de la cual extorsionaron a grandes empresas como Samsung, Hyundai o Lotte.
Park, de 66 años, lleva detenida de manera preventiva desde marzo de 2017 y ha sido el primer jefe de Estado surcoreano destituido en democracia, cuyo cese motivó un adelanto electoral que deparó en mayo del año pasado la victoria del liberal Moon-Jae-in.
La fiscalía ha pedido para ella 30 años de prisión y el pago de una multa de 118.500 millones de wones (90 millones de euros/95 millones de dólares).
En las puertas del tribunal se congregó una multitud de simpatizantes de la expresidenta agitando banderas surcoreanas y mostrando pancartas en las que se podían leer en inglés mensajes como "Parad los mortales procesos contra Park Geun-hye" o "El imperio de la ley ha muerto".
La exmandataria, que no se ha presentado ante la corte desde el pasado octubre alegando que se la está juzgando de manera imparcial y se le ha manteniendo en prisión preventiva sin motivo, tampoco acudió hoy a la vista.
Es la primera vez que Corea del Sur ha emitido por televisión el veredicto de una causa penal, después de que el Tribunal Supremo aprobara el pasado año una enmienda para permitir esta cobertura informativa si la propia corte consideraba que se trata de caso de interés público.