La defensa del ex Presidente de Bolivia Evo Morales descartó la tarde de este lunes las acusaciones que hizo la fiscalía boliviana en contra del ex mandatario por terrorismo y financiar el terrorismo, por los supuestos vínculos que tendría con un líder cocalero, con quien habrían planificado el bloqueo de ciudades en las manifestaciones sociales de 2019.
A través de un comunicado emitido desde Argentina, donde está como refugiado el ex jefe de Estado, tras ser emplazado por los Fuerzas Armadas de su país para que dejara el poder tras las fallidas elecciones presidenciales, la defensa del ex Presidente desacreditó la acusación en su contra.
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“Las pruebas no existen, la acusación fiscal es un disparate, igual que el pedido de detención. No hay cargo penal alguno que deba incriminar al ex Presidente”, dice la declaración de los abogados Eugenio Zaffaroni y Raúl Ferreyra.
“Bolivia es un Estado de no derecho en el que rige la fuerza bruta. La imputación a Evo Morales constituye la enésima evidencia del Estado policial en Bolivia”, agrega, haciendo referencia al gobierno transitorio de Jeanine Áñez, que llegó al poder sin elecciones de por medio y lo que fue calificado como un golpe de Estado por el Movimiento Al Socialismo (MAS).
La Fiscalía de la Paz acusa a quien presidió Bolivia desde 2006 hasta 2019, de tener al menos tres contactos con el dirigente social Faustino Y. Y. entre el 12 y el 17 de noviembre pasado, cuando miles de ciudadanos protestaban en las calles por la salida de Morales del poder.
“Morales lucha por la recuperación del Estado constitucional y la democracia. El peso de nuestras razones despeja los señalamientos despreciables, como son la imputación y el pedido de detención”, dice además la comunicación del ex mandatario.
El ex Presidente está en Argentina desde noviembre de 2019, donde llegó tras la asunción del Presidente Alberto Fernández, y luego de pasar algunos días en México, tras su renuncia al poder en Bolivia, donde las FFAA le quitaron el respaldo tras las fallidas elecciones presidenciales que ganó en primera vuelta, según los números oficiales, pero que fueron cuestionadas por la oposición y la ONU.
