Con la pandemia del coronavirus sin poder ser controlada aún, y con un amplio número de la población mundial cursando el proceso de vacunación con los distintos fármacos que se encuentran aprobados, las dudas se han puesto sobre la vacuna de AstraZeneca y las trombosis que podría generar en pacientes inoculados.
La Universidad de Oxford realizó un estudio en el que apunta a que los pacientes contagiados con COVID-19 tienen un riesgo de sufrir una trombosis son 39 entre un millón. Una cifra que baja a cinco en un millón entre quienes reciben la dosis de AstraZeneca.
Una problemática que también se da entre los vacunados con dosis de ARN mensajero, como son las vacunas de Pfizer o Moderna. Según los estudios el número de riesgo entre los inculados con estos fármacos baja a cuatro entre un millón, aunque reconocen que la comparativa entre las vacunas es compleja ante los diferentes conjuntos de datos que conllevan.
El profesor de psiquiatría de Oxford y parte de este trabajo investigativo, Paul Harrison, indicó que "toda la evidencia que tenemos es que los riesgos del COVID son mucho mayores que cualesquiera que sean los riesgos de las vacunas".
Cabe señalar que esta medición se consideró el número de casos de trombosis venosa cerebral diagnosticados en las dos semanas posteriores a la detección del coronavirus y después de la primera dosis de una vacuna suministrada.