En las próximas tres décadas, el número de casos de demencia en el mundo podría casi triplicarse. Al menos esa es la predicción de un estudio sanitario publicado en la revista The Lancet Public Health. Según el estudio, unos 153 millones de personas podrían vivir con demencia en 2050, frente a los 57 millones de 2019, debido principalmente al crecimiento y envejecimiento de la población.
Los científicos esperan un aumento especialmente elevado en Qatar y los Emiratos Árabes Unidos, entre otros, mientras que Japón registrará las tasas de crecimiento más bajas. En el caso de Alemania, los investigadores prevén un aumento del 65%, que estaría por debajo de la media de Europa Occidental.
Crecimiento de la población y el envejecimiento, el principal factor
Ya el año pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que el número de pacientes con demencia aumentaría rápidamente en todo el mundo en los próximos diez años. Una de las principales razones es el aumento de la esperanza de vida: con la edad, aumenta el riesgo de padecer enfermedades no transmisibles y, por tanto, también la demencia.
Este término genérico describe el patrón de síntomas de toda una serie de enfermedades, en su mayoría progresivas, que afectan al funcionamiento del cerebro; la demencia de Alzheimer es una de las más comunes y conocidas. Según la OMS, la demencia es actualmente la séptima causa de muerte en el mundo y una de las principales causas de discapacidad y necesidad de cuidados entre las personas mayores. El coste global se estima en más de un billón de dólares estadounidenses en 2019.
Esto hace que las predicciones modelizadas por un equipo de científicos internacionales para el estudio "Global Burden of Disease", que se publica regularmente, sean aún más alarmantes. En concreto, los investigadores crearon estimaciones de la prevalencia de la demencia para 195 países y territorios en el periodo comprendido entre 2019 y 2050 e incluyeron varios factores de riesgo de demencia. El crecimiento de la población y el envejecimiento, en particular, han hecho que se prevea que 153 millones de personas en todo el mundo vivan con demencia en 2050, lo que supone casi triplicar los casos en comparación con 2019.
Fuertes tasas de aumento en el mundo
El estudio prevé que el mayor aumento de la prevalencia se producirá en el África subsahariana oriental, donde el número de pacientes con demencia de 40 años o más aumentará en más del 350%. Se prevé que el número de casos aumente en casi un 370% en el norte de África y Oriente Medio, con tasas de aumento especialmente altas en Qatar (1926%) y los Emiratos Árabes Unidos (1795%).
El menor aumento se prevé para la región de Asia-Pacífico, de altos ingresos, donde se espera que el número de casos aumente un 53%, hasta los 7,4 millones en 2050, con un incremento especialmente pequeño en Japón (27%).
Europa Occidental: Alemania, por debajo de la media
Para Europa Occidental, los autores del estudio prevén un aumento del 74% de los casos, pasando de casi 8 millones en 2019 a casi 14 millones en 2050. Aquí se esperan tasas de aumento menores para Grecia (45%), Italia (56 %), Finlandia (58%) y Suecia (62%), y también Alemania sigue estando por debajo de la media de crecimiento prevista para Europa Occidental, con un 65% (pasando de algo menos de 1,7 millones de enfermos en 2019 a algo menos de 2,8 millones en 2050).
Minimizar el impacto de factores de riesgo
Esta cifra será superior a la media en Chipre (175%), Andorra (172%) e Irlanda (164%), entre otros. Al analizar el impacto de cuatro factores de riesgo de demencia –el tabaquismo, la obesidad, la hiperglucemia y el bajo nivel educativo–, los autores del estudio prevén que la mejora del acceso a la educación podría dar lugar a seis millones menos de casos de demencia. Sin embargo, esto se vería compensado por casi siete millones de casos más relacionados con las tasas previstas de obesidad, hiperglucemia y tabaquismo.
Esto hace que las medidas de prevención que minimizan el impacto de estos factores de riesgo sean aún más importantes, subraya la epidemióloga y autora principal, Emma Nichols, del Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME) de la Universidad de Washington. "Para la mayoría de los países, esto significa ampliar los programas adaptados localmente y de bajo coste que promueven dietas más saludables, más ejercicio, el abandono del tabaco y un mejor acceso a la educación".
De hecho, el informe de la Comisión Lancet publicado el año pasado sugería que hasta el 40% de los casos de demencia podrían evitarseo retrasarse si se eliminaran 12 factores de riesgo conocidos. Además de las consideradas en el presente estudio, éstas incluían la hipertensión arterial, la pérdida de audición, la depresión, la inactividad física, la diabetes, el aislamiento social, el consumo excesivo de alcohol, los traumatismos craneales y la contaminación atmosférica.
FEW (dpa, The Lancet)