AFP
El gobierno estadounidense estudia sus "opciones militares" con respecto al programa nuclear de Corea del Norte, según confirmó el viernes un consejero de política exterior de la Casa Blanca, señalando que no es una cuestión de si habrá más pruebas, sino de cuándo.
"Ya se están estudiando las opciones militares", afirmó bajo anonimato. "Con este régimen no es una cuestión de si ocurrirá, sino de cuándo".
En las últimas horas han aparecido informaciones sobre la actividad nuclear en Corea del Norte de cara al sábado, día en que se conmemorará el 105 aniversario del nacimiento del fundador del país, Kim Il-sung.
"Han telegrafiado un poco, no es ninguna sorpresa que el aniversario es el sábado, tradicionalmente (el líder norcoreano Kim Jong-un) organiza un gran desfile y saca sus armas y sus armas de imitación", apuntó el consejero.
"Desgraciadamente no es una sorpresa nueva para nosotros, (Kim) sigue desarrollando su programa, sigue lanzando misiles al Mar de Japón. Con el régimen no es una cuestión de si ocurrirá, sino de cuándo".
El presidente Donald Trump ya adelantó que su gobierno se encargaría de "problema" que supone Corea del Norte.
"Más complicado"
Estas revelaciones ocurren casi al mismo tiempo que el Ejército estadounidense lanzara el jueves "la madre de todas las bombas", su artefacto no nuclear más potente, contra un complejo del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Afganistán.
Trump también sacó a relucir su poderío militar la semana pasada bombardeando con misiles una base aérea del régimen sirio, a quien acusó de haber perpetrado un presunto ataque químico en una ciudad rebelde que dejó casi un centenar de muertos.
Pero además, el mandatario ordenó desplazar un portaaviones y su flota a la península coreana.
Trump siempre ha dicho que impedirá que Pyongyang logre misiles balísticos con capacidad nuclear, susceptibles de alcanzar territorio estadounidense.
Cuando se reunió con Barack Obama poco después de ganar las presidenciales, fue advertido de que posiblemente tendría que tomar una decisión complicada sobre este tema al principio de su mandato.
Como consecuencia, Trump pidió a sus consejeros un abanico de opciones para afrontar el programa nuclear norcoreano.
Pero la Casa Blanca sabe que atacar a Corea del Norte es "mucho más complicado" que atacar a Siria, en palabras de una segunda fuente oficial.
Cualquier bombardeo contra Pyongyang podría desencadenar represalias contra aliados de Washington o fuerzas estadounidenses destacadas en Corea del Sur o Japón.
Sin embargo, la administración Trump tiene buenas opciones diplomáticas y económicas para gestionar este tema.
Pyongyang ya sufre varias rondas de sanciones impuestas por Naciones Unidas por sus programas nuclear y balístico.
"Los retos de nuestra seguridad"
En una entrevista con el diario The Wall Street Journal, Trump explicó que su homólogo chino Xi Jinping le quitó de la cabeza la posibilidad de que Pekín fuerce a Corea del Norte a cambiar de rumbo.
"Después de escuchar durante 10 minutos, me di cuenta de que no es tan fácil", reconoció.
"Me di cuenta de que tienen mucho poder" sobre Corea del Norte, "pero no de la forma que uno pueda imaginarse", aseguró.
Trump mandará el sábado a su vicepresidente, Mike Pence, a Asia para visitar a sus aliados.
Pence estará en Corea del Sur, Japón, Indonesia y Australia. En todas sus reuniones, Pyongyang dominará su agenda.
A excepción de Indonesia, Estados Unidos tiene un tratado que le obliga a defender estos países, una obligación que el mandatario ha cuestionado en alguna ocasión.
Pence intentará convencer a sus aliados que este compromiso es "invulnerable", de acuerdo con el consejero de la Casa Blanca.
"Estamos totalmente comprometidos con nuestras alianzas de seguridad, especialmente ante los retos de nuestra seguridad cambiante, como la amenaza nuclear que supone Corea del Norte", explicó.