Con la aprobación de Donald Trump, Estados Unidos lanzó un ciberataque en contra de los sistemas computacionales de control de misiles y cohetes de Irán, como represalia ante el derribamiento de un dron estadounidense durante el jueves.
El ataque, como consigna The Washington Post, se lanzó la misma noche del jueves por el personal de Comando Cibernético de EE.UU. El Pentagono decidió lanzar el plan después de los supuestos ataques de Iran contra dos pretroleros en el Golfo de Omán a principio de mes.
El ataque contra el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica se coordinó con el Comando Central de Estados Unidos, órgano estatal con actividad en el Medio Oriente.
Desde la Casa Blanca, no han querido comentar mayores detalles de la operación, debido a las informaciones comprometedoras de la misma.
Trump aludió a que habrán “sanciones adicionales” a Irán ante el derribo del avión espía.
Thomas Bossert, un exfuncionario cibernético de la Casa Blanca en la administración Trump, fue uno de los pocos que habló con la prensa. Aludió que "esta operación impone costos a la creciente amenaza cibernética de Irán, pero también sirve para defender a la Marina de los Estados Unidos y las operaciones de envío en el Estrecho de Hormuz", dijo.
El ataque corresponde a la primera ofensiva desde que el Comando Cibernético fuese elevado a un comando de combate completo.
El presidente Trump escribió el viernes en redes sociales que tras el derribamiento del dron, canceló un ataque en represalia puesto en marcha, en donde se estimó un saldo de 150 muertos.