El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de EE.UU. explicó en un comunicado que a ciertos solicitantes de asilo ya no se les dejará en libertad en el país como hasta ahora, sino que serán devueltos a México mientras se resuelven sus casos.
A estos inmigrantes se les permitirá regresar a EE.UU. para comparecer ante un juez cuando se les cite en audiencia.
The Washington Post, que cita funcionarios estadounidenses, informó de que los primeros retornos se producirán este viernes en el puerto fronterizo de San Ysidro, en el límite entre San Diego (California) y Tijuana (Baja California).
"Asilo fraudulento”
Estados Unidos pretende reducir así los casos de "asilo fraudulento", en los que los inmigrantes, aunque dicen que van a pedir el asilo, "a menudo no presentan una solicitud de asilo y/o desaparecen antes de que un juez de inmigración pueda determinar los méritos de cualquier petición" una vez que son puestos en libertad.
Según datos del Gobierno de EEUU, un 90 % de las solicitudes de asilo son rechazadas en última instancia.
La secretaria del DHS, Kirstjen Nielsen, dijo que la nueva medida "no tiene precedentes" y aseguró que ayudará a poner fin al "abuso" de las "generosas" leyes migratorias estadounidenses, así como a abordar la "urgente crisis humanitaria" en la frontera sur.
Cerca de 10.000 inmigrantes esperan en estos momentos su ingreso a México en la frontera con Guatemala y unos 2.000 ingresaron la semana pasada a ese país sin cumplir con los protocolos requeridos por el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Según el DHS, México se hará cargo de proveer ayuda humanitaria a los inmigrantes retornados mientras esperan en ese país la resolución de sus casos.