El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó el sábado un ataque contra un campamento militar perpetrado la víspera en el que murieron 49 soldados, uno de los saldos más elevados desde que los yihadistas irrumpieron en el norte del país en 2012.
"Soldados del califato atacaron una base militar donde están estacionados elementos del ejército apóstata maliense en el pueblo de Indelimane, en la región de Menaka", indica el EI en un comunicado firmado "Provincia África del Oeste", publicado en Telegram. El grupo habla igualmente de "enfrentamientos con diferentes tipos de armas".
Este mensaje llega una semana después de la muerte del líder del EI, Abu Bakr Al Bagdadi, en una operación militar estadounidense en Siria.
El ataque del viernes crea interrogantes sobre la capacidad de acción del ejército maliense en esta región fronteriza con varios países, especialmente Níger y Burkina Faso, blanco igualmente de ataques yihadistas.
El sábado por la mañana, un soldado francés murió también en el noreste de Malí, cerca de la frontera con Níger, después de la explosión de un artefacto a unos 20 km de Indelimane, que fue igualmente reivindicada por el EI.
En cambio, el portavoz del estado mayor francés, el coronel Frederic Barby, dijo poco antes que no tenía "ninguna relación" con el ataque ocurrido el viernes en la misma localidad.
El asalto del viernes de Indelimane, en Ansongo, cerca de Menaka (noreste), fue calificado de "terrorista" por las autoridades malienses antes incluso de que el EI lo reivindicara.
Este se produce un mes después de la muerte de 40 soldados en dos ataques yihadistas el 30 de septiembre y el 1 de octubre en el sur del país, cerca de Burkina Faso, según un balance de un responsable del Ministerio de Defensa. Varias fuentes estiman que este saldo está infravalorado.