La polémica se desató apenas les llegó una carta del colegio. La Escuela de Innovación y los Clásicos de Georgia, pedía permiso a los apoderados para golpearlos en caso de mal comportamiento.
Lo que parecía una medida anacrónica y contra toda tendencia educativa, fue aprobada por un tercio de los apoderados, quienes estuvieron de acuerdo con que sus hijos recibieran violencia física.
La misiva detalla que -con la aprobación de sus padres- los alumnos podrán ser golpeados con una tabla de madera en sus manos hasta 3 veces. Para ello, se indica que serán llevados a un lugar apartado de la sala de clases, donde deberán poner sus manos sobre un escritorio o sobre sus rodillas.
Quienes pasen por este tipo de castigo, serán aquellos estudiantes que hayan presentado mal comportamiento por tres veces.
Jody Boulineau, director del establecimiento, resaltó que la disciplina es muy importante en su método de enseñanza y defendió la medida.
"Antes el castigo corporal era un tipo de norma en la escuela, y nunca nadie tuvo un problema con eso. Es sólo una herramienta más de las que tenemos a la mano", planteó.
Boulineau no está solo. Estados Unidos permite aplicar castigos físicos a estudiantes en 19 de los 50 estados, los que pueden incluir nalgadas y bofetadas.
Una investigación del National Women's Law Center, indica que los castigos físicos a los menores tienen un impacto negativo sobre el logro académico y el bienestar de los estudiantes. Incluso, señalan que podría incrementar el mal comportamiento de los menores.
En 2017, la ONG Children's Defense Fund, determinó que diariamente 589 estudiantes reciben algún golpe como castigo en escuelas del país del norte.