Por primera vez en la historia, crímenes de abuso sexual durante un conflicto armado son llevados a juicio en el país donde fueron cometidos.
El país es Guatemala, los acusados son dos exmilitares y las víctimas son mujeres indígenas que supuestamente fueron sistemáticamente abusadas sexualmente y esclavizadas.
Francisco Reyes Girón y su comandante regional, Heriberto Valdez Asij, están acusados de haber permitido que sus soldados violaran y abusaran de al menos 11 mujeres en la base militar de Sepur Zarco durante los años 80.
En una audiencia previa al juicio, las víctimas dijeron al juez que sus esposos fueron asesinados por los soldados.
Después -dijeron- los hombres regresaron por ellas y fueron forzadas a trabajar en la base cocinando y limpiando.
El juicio se inició con la asistencia de las 11 supuestas víctimas.
Y mientras llevaban a cabo estas labores, afirmaron que fueron violadas repetidamente.
La violación, expresa Naciones Unidas, fue utilizada por los militares como un arma de guerra durante los casi 40 años de conflicto armado en Guatemala.
Solidaridad
Al iniciar el juicio las 11 supuestas víctimas estaban sentadas en la corte con sus tradicionales vestidos indígenas mayas y el rostro cubierto.
En solidaridad, otras mujeres en el juzgado también se cubrieron la cabeza.
Los dos acusados niegan haber cometido algún delito.
Las supuestas víctimas llevaban el rostro cubierto.
La base de Sepur Zarco, en el este de Guatemala, había sido utilizada como una "base de descanso y recreo" para los soldados que estaban combatiendo a la guerrilla en la zona montañosa del país.
Según las mujeres, los soldados quemaron sus casas y cosechas y las forzaron a mudarse a chozas cerca de la base militar.
Cada dos o tres días -indicaron- eran obligadas a reportarse para un turno de trabajo de tres días en la base donde eran forzadas a cocinar y limpiar, y donde supuestamente eran sistemáticamente violadas por los soldados.
Las mujeres trabajaron esos turnos durante 10 meses en 1982 y 1983. Pero algunas no fueron liberadas de la esclavitud hasta que la base militar fue clausurada en 1998.
Heriberto Valdez Asij está acusado de violencia sexual y esclavitud.
El exoficial Francisco Reyes Girón está acusado de mantener a 15 mujeres indígenas como esclavas sexuales.
El trabajo para llevar el caso a juicio ha sido tortuoso. Las víctimas tienen ahora 70 u 80 años. Y no hablan español, sólo la lengua maya, el quekchí.
Las mujeres, junto con cinco testigos varones, decidieron hacer públicas sus historias en 2011 apoyadas por activistas de derechos de la mujer y grupos de defensa.
Los dos exmilitares fueron arrestados en junio de 2014 y el caso inicialmente fue llevado a juicio en octubre.
Pero fue suspendido debido a impugnaciones de la defensa.
Un informe de la ONU describió cómo los militares guatemaltecos utilizaron la violación y la violencia sexual como arma de guerra durante casi 40 años del conflicto armado que terminó en 1996 con un acuerdo de paz.
Se espera que el juicio dure 40 días.