La tregua de cuatro días entre Israel y Hamás entró en vigor oficialmente el viernes en virtud de un acuerdo que debe permitir la liberación de los rehenes tomados por el movimiento islamista.
Primero se liberará a 13 rehenes de Hamás del total de 50 que deben ser intercambiados por 150 presos palestinos en Israel, según las condiciones del pacto mediado por Catar, Egipto y Estados Unidos.
Al amanecer, miles de personas que habían huido a zonas cercanas a la frontera hacia Egipto se preparaban para volver a sus casas, reuniendo sus pertenencias en bolsas de plástico y cajas de cartón.
Entre ellos Omar Jibrin, un joven de 16 años, que minutos después del inicio de la tregua salió de un hospital del sur del territorio donde se habían refugiado él y ocho familiares. "Me voy a casa", dijo a la AFP.
En el cielo, los aviones israelíes habían cesado los bombardeos, pero lanzaban octavillas de advertencia: "La guerra no ha terminado (...) Volver al norte está prohibido y es muy peligroso".
En el sur de Israel, quince minutos después del inicio de la tregua, las sirenas de alerta antiaérea se activaron en varias localidades cercanas a la frontera con Gaza, dijo el ejército sin dar más detalles.