Por Javier Infante

En pocos días comienzan las elecciones que definirán quién sera el próximo Presidente de Estados Unidos, tras una campaña que desde el año pasado enfrenta al republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton.

Pero para las personas que viven fuera de Estados Unidos resulta difícil entender el proceso por el que deben pasar los candidatos para transformarse en los inquilinos de la Casa Blanca y por eso en T13 te explicamos cómo se elige a un presidente en Estados Unidos y cuáles son las peculiaridades de estos comicios que decidirán el futuro de uno de los países más importantes del mundo.

¿Quiénes pueden convertirse en candidatos presidenciales?

                        

La constitución de Estados Unidos establece que cualquier ciudadano puede convertirse en candidato a la presidencia, solo basta con tener más de 35 años y haber residido en el país por al menos 14.

En general, los candidatos son nominados por los partidos políticos, siendo los más importantes el demócrata y el republicano. Luego de esto, los precandidatos son elegidos en primarias y comienzan la carrera por la oficina oval de La Casa Blanca.

Las actuales primarias, realizadas entre febrero y junio del 2016 arrojaron como candidatos a Donald Trump por los republicanos y Hillary Clinton por los demócratas.

¿Las elecciones funcionan como en Chile?

No. En Chile elegimos a nuestras autoridades mediante elecciones directas, es decir, votamos por el candidato de nuestra preferencia y si es que éste consigue la mayoría de votos, sale electo. En Estados Unidos esto no funciona así, pues el Presidente es electo mediante un complejo sistema conocido como colegio electoral. Por lo tanto, este 8 de noviembre, los ciudadanos elegirán a electores que representarán al estado en el colegio electoral.

La cantidad de electores que deberán elegir dependerá de la población que tenga cada estado. Este número es igual al de senadores y representantes de ese estado en el Congreso. En la actualidad, el colegio electoral cuenta con 538 electores, por lo que cualquier candidato que saque más de 270 votos de electores se convierte en el Presidente.

¿Cómo eligen presidente en Estados Unidos?

¿Puede un candidato sacar más votos y perder?

El año 2000, el candidato Al Gore obtuvo medio millón de votos más que su contendor George W. Bush, pero en el colegio electoral el republicano obtuvo el apoyo de 271 electores, por lo que se convirtió en Presidente de Estados Unidos.

En el caso de que ningún candidato obtenga la mayoría electoral, el presidente será definido a través de la Cámara de Representantes.

¿Por qué un martes?

                                

En Chile estamos acostumbrados a que las elecciones se hagan un día domingo que es declarado feriado irrenunciable, pero en Estados Unidos los comicios son realizados un día laboral. Lo anterior es una tradición que se estableció en 1845 y se fijó el martes después del primer lunes de noviembre como la fecha en que los ciudadanos de deben acercar a las urnas.

Sin embargo, el sitio web Whytuesday.com señala que la fecha de la votación ─que ahora se resuelve a través de máquinas electrónicas y papeletas en pantallas touch─ responde a un tiempo en que los estadounidenses iban a votar a caballo.

La razón se remonta a 1845, cuando el Congreso estableció que los Estados debían dejar de votar cada uno en un día distinto ─como sucede en las primarias que toman meses en realizarse─ y se debía unificar la votación en un sólo día.

Para determinar cuál sería el día más adecuado, se tomó en consideración que la mayoría de los votantes debía trasladarse hasta el centro en carro de caballos, lo que descartaba los fines de semana, ya que los domingos era el día para ir a la iglesia, y los miércoles, por ser el día del mercado.

El mes se eligió basado en los meses de cosecha agrícola. Con esto, se descartaban los meses de primavera y verano, ya que interferían con los cultivos, y el invierno que impedía viajar a muchas personas.

Los estados claves

En Estados Unidos, los estados suelen votar siempre por el mismo partido. Éstos son considerados como los bastiones de cada canidato y durante las campañas se enfocan en los lugares donde se define la contienda. Dentro de este puñado de trece estados, se vuelven aún mas importantes Florida, Ohio y Nevada, que desde hace más de medio siglo han elegido a los ganadores. Es decir, si Nevada es ganado por Hillary Clinton, se podría decir que ella ganaría las elecciones presidenciales. 

Los bastiones conquistados por el republicano Donald Trump le otorgan 164 votos de los representantes, mientras que Hillary Clinton comienza la carrera con 201 preferencias. Recordemos que el Presidente será elegido mediante los colegios electorales y necesitan de 271 votos para salir electos, por lo que a continuación detallamos la cantidad de votos que los candidatos se están jugando en cada estado.

Arizona 11 votos
Colorado 9 votos
Florida 29 votos
Georgia 16 votos
Iowa 6 votos
Michigan 16 votos
Nevada 6 votos
New Hampshire 4 votos
Carolina Del Norte 15 votos
Ohio 18 votos
Pensilvania 20 votos
Virgina 13 votos
Wisconsin 10 votos

En Arizona Hillary espera que se repitan los resultados que obtuvo su marido, quien conquistó al Gran Cañón en 1996. Por su lado, el discurso contra los inmigrantes de Donald Trump ha sido atentamente escuchado por los conservadores del estado.

En 2008 y en 2012, Barack Obama logró conquistar Colorado, un estado típicamente republicano. En esta zona, los votantes demócratas están concentrados en el área metropolitana de Denver, mientras que los republicanos se encuentran las zonas rurales y están identificados con un conservadurismo social y religioso.

Florida siempre ha votado al ganador y tiene una población altamente latina, lo que lo convierte en un estado controversial para ambas campañas.

Georgia se ha caracterizado por ser republicana, en 2012 fue ganada por Mitt Romney frente a Barack Obama, pero a pesar de esto parece no estar asegurada para Donald Trump, ya que en estos últimos años se ha tornado más diversa por el crecimiento de la zona urbana en Atlanta.

Por su lado, Iowa le brindó un gran apoyo a Obama en 2008 y 2012. Al ser un sector altamente agrícola y ganadero, los subsidios a estas áreas se vuelven imprescindibles para conquistar este estado.

Desde 1988, Michigan no ha dado su apoyo a los republicanos. Lo anterior coincide con el declive económico que ha tenido esta zona industrial desde 1980.

En Nevada , los demócratas han contado con un amplio apoyo en las campañas de Barack Obama en 2008 y 2012. Lo anterior ha sido posible gracias a la creciente población hispanohablante que se ha instalado en esa zona. Este estado será clave, ya que hay una gran masa de votantes blancos sin formación universitaria, que han declarado apoyar a Trump.

New Hampshire ha tenido tendencia a votar por los republicanos, a pesar de ser un estado altamente liberal en la parte del noreste. En esta zona, Clinton debe jugar el todo por el todo ya que los jóvenes y liberales apoyaban a Bernie Sanders y se oponían a su candidatura

Carolina Del Norte es uno de los estados con más estabilidad económica del sur y ha crecido con prosperidad durante la última década. Durante muchos años fue un bastión seguro de los republicanos, pero en 2008 fue ganado por Barack Obama, aunque en 2012 lo volvió a perder por poco.

Ohio, en su momento, fue uno de los principales bastiones industriales del país, pero actualmente se encuentra muy debilitado. Es por esto que los temas económicos y los planes de estimulación han sido temas centrales para los votantes.

Pensilvania ha sido un estado principalmente demócrata desde 1992, pero los conservadores han declarado que esta vez apoyarán a Donald Tump. De todas formas, para ganar el estado deberá contar con el apoyo de las ciudades más liberales y con tendencias de izquierda.

Virginia durante los últimos años se ha identificado con los republicanos, pero durante 2008 y 2012 estuvieron con Obama. Esto se podría explicar a trevés de la creciente inmigración hispana en estos sectores que ayudó al triunfo del demócrata.

Finalmente, Wisconsin ha sido un bastión demócrata desde 1988, por lo que una victoria de Donald Trump en ese estado se ve lejana para los republicanos. 

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