Sepultureros comenzaron a perforar tumbas en un cementerio de la capital de El Salvador para eventuales muertos que provoque el nuevo coronavirus en este país centroamericano, constató este viernes un periodista de la AFP.
La iniciativa de tener disponibles 118 fosas en el cementerio municipal monseñor Óscar Arnulfo Romero es en "previsión ante una desafortunada pérdida", en el marco de la emergencia nacional por la pandemia, consignó por medio de un comunicado la Alcaldía de San Salvador.
El Salvador lleva registrados tres casos del nuevo coronavirus, ninguno fatal.
Los sepultureros, que contarán con el apoyo de efectivos del ejército, tienen la orden de cavar las tumbas a una profundidad de dos metros.
"El alcalde Ernesto Muyshondt seguirá el protocolo dado por (el Instituto de) Medicina Legal, en el tratamiento del cuerpo para su inhumación", destacó la municipalidad.
En ese sentido, para los fallecidos por COVID-19 "no habrá velación", serán llevados "directamente a la inhumación", y solo se permitirá la presencia de cinco acompañantes de la familia.
Para los decesos por otras causas, el velatorio y la inhumación será con un máximo de diez acompañantes.
El miércoles, el presidente, Nayib Bukele, reportó oficialmente que el país había confirmado el primer caso de coronavirus.
Se trata de un salvadoreño que había salido del país con destino a Italia, pero regresó recientemente e ingresó por un paso fronterizo ilegal en el sector de Metapán, oeste del país, lindero con Guatemala y Honduras.
Tras ese primer caso el gobierno anunció que incrementará las medidas sanitarias.