por Oli SCARFF AFP

El primer ministro británico, David Cameron, se trasladará este lunes a las zonas afectadas por las inundaciones en el norte del país, en un momento en que el ejército se unió a las labores de evacuación de los afectados y control de daños por las lluvias.

El gobierno desplegó al ejército para intentar hacer frente a unas inundaciones sin precedentes que afectaron al condado de Yorkshire, donde miles de personas tuvieron que abandonar sus hogares. 

El domingo, Cameron sostuvo una reunión con el comité de emergencia para hacer frente al caos generado por las intensas lluvias.  

Desde Yorkshire a Lancashire, centenares de personas fueron evacuadas para evitar los efectos de estas graves inundaciones. En York, ciudad turística en la confluencia de los ríos Ouse y Foss, varios barrios se vieron anegados y en las calles el agua subió hasta cubrir algunos automóviles estacionados. 

En York, los trabajadores de las unidades de rescate recorrían en un bote hinchable las calles para asistir a la población, mientras que los soldados iban puerta a puerta para asegurarse que los habitantes que decidieron quedarse en sus casas estuvieran a salvo. 

Unos 200 soldados adicionales fueron desplegados, un contingente que se sumó a los 300 efectivos en el lugar, para asistir a miles de rescatistas y de voluntarios que estaban en alerta desde el día de Navidad. 

"Además 1.000 agentes adicionales están en la reserva por si la situación empeora", informó el despacho del primer ministro, quien calificó las inundaciones como "un evento sin precedentes". 

Críticas al gobierno

Este lunes el gobierno enfrenta la presión para efectuar una evaluación de la calidad del sistema británico contra las inundaciones. 

El diario The Guardian dijo el lunes que "ni la retórica vacía ni siquiera el ejército no pueden lograr sustituir una política de prevención de inundaciones que sea lógica".  

"Entre el cambio climático y la preparación inadecuada (...) las inundaciones se van a convertir en un doloroso pero habitual evento de la vida británica", sentenció en su editorial el diario.   

El domingo la responsable laborista de cuestiones vinculadas al medio ambiente, Kerry McCarthy, exhortó al gobierno a "invertir en el mantenimiento de las defensas contra inundaciones más que a reducirlas".

Sin embargo, para Cameron la combinación de las barreras temporales y permanentes contra las inundaciones marcó una diferencia. 

"Las barreras anti-inundaciones, tanto permanentes como provisorias, jugaron un rol clave, pero está claro que en algunos casos fueron superadas, y tenemos que ver si hay que hacer algo más" al respecto, señaló en declaraciones a la BBC el primer ministro. 

Unas 3.500 viviendas en York fueron catalogadas como en riesgo de inundación y las autoridades habilitaron centros especiales para acoger a los damnificados.

Según la consultora PwC todavía es muy pronto para estimar las pérdidas, pero los análisis iniciales muestran que éstas podrían ascender hasta los 1.300 millones de libras esterlinas (1.900 millones de dólares, 1.800 millones de euros).

Por internet se han organizado colectas para ayudar a las personas afectadas en la región de Manchester.

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