AFP
El papa Francisco pidió este sábado a los 1.200 millones de católicos en el mundo que tengan compasión de los niños abandonados a su suerte en estas Navidades, durante su tradicional homilia de Nochebuena.
"Dejémonos interpelar por los niños que, hoy, no están recostados en una cuna ni acariciados por el afecto de una madre ni de un padre, sino que yacen (...) en el refugio subterráneo para escapar de los bombardeos, sobre las aceras de una gran ciudad, en el fondo de una barcaza repleta de emigrantes" pidió Francisco.
Este año más de 5.000 personas han muerto al intentar cruzar el Mediterráneo para alcanzar las orillas de Europa.
Miles de sirios desesperados tuvieron que abandonar la asediada Alepo, incluidos niños, ante la reconquista del régimen de la segunda ciudad del país.
"Dejémonos interpelar por los niños a los que no se les deja nacer, por los que lloran porque nadie les sacia su hambre, por los que no tienen en sus manos juguetes, sino armas" añadió el papa argentino.
El pontífice, haciendo gala una vez más de su crítica al materialismo, exigió igualmente a los católicos que eviten el egoísmo, cuando "Navidad es una fiesta donde los protagonistas somos nosotros en vez de él; cuando las luces del comercio arrinconan en la sombra la luz de Dios; cuando nos afanamos por los regalos y permanecemos insensibles ante quien está marginado".
El papa Francisco celebró su 80 aniversario la semana pasada.
El domingo pronunciará su tradicional mensaje de Navidad urbi et orbi.