Un centro comercial en la ciudad rusa de Khabarovsk, cerca de la frontera con China, tenía un visitante poco común.
Un oso se había quedado atrapado en el complejo y después de varias vueltas consiguió escapar.
Sin embargo, la policia persiguió al animal hasta abatirlo a tiros.
La principal agencia de investigación rusa ha abierto una pesquisa para averiguar la legitimidad de esta acción.
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