Por Adrien Vicente (France Presse)
¿Se puede uno reír de todo? Esta pregunta era el centro este lunes de una polémica en España, donde dos titiriteros están en prisión desde el sábado por un espectáculo de marionetas que, según la justicia, hacía apología de ETA, organización separatista vasca considerada como responsable de la muerte de al menos 829 personas en más de 40 años de violencia.
La obra "La Bruja y don Cristóbal", enmarcada en los festejos de carnaval organizados por el municipio de Madrid, relata la historia de un feroz personaje que acosa a una bruja.
Presentado como un espectáculo para todos los públicos, contenía escenas violentas, como el ahorcamiento de un juez o la violación de la bruja, lo que escandalizó a las familias que asisteronn el viernes a la función.
A ello, se añadió que durante el espectáculo, uno de los personajes exhibió un cartel con la frase "Gora Alka-ETA", lo que, sin el "alka", significa "Viva ETA" en vasco, y según los artistas, era un juego de palabras que también se refería a la organización yihadista Al Qaida por su sonido similar "Alka-ETA".
"Es una clara ofensa grave a la memoria de las víctimas del terrorismo, un acto de humillación y menosprecio en el que se trivializa el uso de la violencia", afirmó este lunes la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), a la que pertenecen víctimas de ETA, organización separatista vasca considerada como responsable de la muerte de al menos 829 personas en más de cuarenta años de violencia.
La asociación no ha dudado en denunciar a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, una exjueza, por "apología del terrorismo".
"Humor de carnaval"
La derecha, que tuvo que dejar el poder en Madrid en junio pasado tras ejercerlo durante más de 20 años, no ha desaprovechado la ocasión para atacar a la regidora y su equipo, en parte compuesto por concejales de Podemos (izquierda radical), y pedir la dimisión de la responsable municipal de Cultura.
Pablo Casado, diputado del Partido Popular (PP, derecha), consideró "inaceptable" la obra y subrayó que mostraba las intenciones de la plataforma ciudadana en el poder en Madrid: "intentar derribar el sistema". En la izquierda, el encarcelamiento de los dos titiriteros suscitó la misma indignación.
"Una torpeza no es un delito. La sátira no es un delito. En una democracia sana, en un Estado de derecho, hay que proteger toda libertad de expresión, hasta la que no nos guste, hasta la que nos moleste", tuiteó la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. En la misma línea, el líder de Podemos, saludó a los "compañeros titiriteros".
Los artistas de la compañía "Títeres desde abajo", presentaron este lunes un recurso pidiendo su libertad, subrayando que no se trataba más que de humor carnavalesco sin ninguna intención de incitar al odio.
Sus abogados aludieron a obras de Shakespeare y a las cuatro entregas de la serie de películas Rambo (438 asesinatos), afirmando que tal jurisprudencia "llevaría al procesamiento de la mayoría de los guionistas de televisión, directores de cine o teatro y escritores de novelas de nuestro país".
La alcaldesa Carmena presentó sus disculpas a los padres, afirmando que calificar el espectáculo de "para todos los públicos" fue un "error muy grave", y recordó que los dos responsables de la programación de carnaval ya han sido destituidos. Pero la alcaldesa añadió que entiende "la sorpresa" creada por el encarcelamiento de los artistas.
ETA, tema tabú
"¡Hemos perdido la razón!", declaró a la AFP Gorka Landaburu, director de la revista Cambio16, quien resultara herido en un atentado de ETA en 2001. "El tema ETA es un tema tabú" en España, añade, insistiendo en que "está todavía muy presente en la mente de la gente".
Las críticas vienen principalmente de "sectores muy conservadores", para los que "todo vale para ir contra el nuevo ayuntamiento de Madrid", consideró.
"Estamos en batalla política total", afirma, subrayando que, desde las elecciones legislativas del 20 diciembre, que han dejado un Parlamento fraccionado en cuatro partidos principales, no se ha podido formar un gobierno que sustituya al ejecutivo saliente, dirigido por los conservadores.
"Se politiza todo, se mete todo en un saco, el problema es que hay dos personas en la cárcel que no deberían estar en la cárcel", dice.
La Unión Internacional de la Marioneta también reclamó, a través de su sección española, la puesta en libertad de los artistas y la retirada de los cargos, denunciando "el linchamiento mediático al que han sido sometidos los dos titiriteros".
