El Gobierno de Emiratos Árabes Unidos (EAU) confirmó este miércoles que el depuesto presidente afgano Ashraf Ghani se encuentra en su territorio "por consideraciones humanitarias", tras haber abandonado Afganistán el pasado domingo, anunció la agencia oficial WAM, que cita al ministerio de Relaciones Exteriores.
"El Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional informó de que Emiratos Árabes ha recibido al presidente Ashraf Ghani y a su familia en el país por consideraciones humanitarias", informó en un escueto comunicado el Ministerio de Exteriores emiratí.
El Gobierno emiratí no ha dado más detalles sobre cómo llegó el depuesto presidente ni sobre su futuro en el país. Tras huir el pasado 15 de agosto de Afganistán, lo que aceleró que los talibanes tomaran la capital sin encontrar resistencia, se especuló con la presencia de Ghani en Tayikistán, país fronterizo con Afganistán, Uzbekistán e, incluso, Omán.
Huyó para "evitar derramamiento de sangre”, dice Ghani
Después de abandonar en secreto del país y sin una renuncia pública a su cargo, Ghani aseguró en un comunicado que abandonó el poder "para evitar un derramamiento de sangre", ya que, según él, los talibanes estaban dispuestos a atacar Kabul para derrocarlo. Hasta el momento, el político no ha hecho ninguna declaración.
Emiratos es el país que está facilitando las evacuaciones de occidentales y afganos desde Kabul, entre ellos de españoles. El pasado lunes, EAU dijo que estaba "trabajando para facilitar la evacuación segura" de Afganistán a través de los aeropuertos emiratíes del personal diplomático de Francia, el Reino Unido, la Unión Europea, Canadá, la oficina del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas, Estados Unidos, Alemania y Egipto, entre otros.
EAU rompió con los talibanes
El Gobierno emiratí confirmó que también evacuaba a todo su personal diplomático de Afganistán tras la toma de Kabul por los talibanes. Emiratos era uno de los pocos países que mantenía relaciones con los talibanes durante su anterior etapa en el poder, antes de ser expulsados por Estados Unidos en 2001, año en que el país árabe rompió relaciones con ellos por su negativa a entregar al entonces líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, a Estados Unidos por los atentados del 11 de septiembre.