El confinamiento de Melbourne, la segunda ciudad más grande de Australia, se prolongará siete días, anunciaron este miércoles las autoridades, que intentan frenar la reciente aparición de casos locales de covid-19.

Los siete días de confinamiento de los cinco millones de habitantes de Melbourne debían terminar el miércoles por la noche.

"Tenemos que eliminar este virus, sino la gente morirá", advirtió James Merlino, primer ministro interino del estado de Victoria, y precisó que la ciudad lidia con una variante del virus "más transmisible de lo que hemos conocido hasta ahora".

Esta variante B.1.617, conocida como kappa, detectada en India por primera vez, se habría propagado a través de un viajero que regresó del extranjero.

Se han identificado miles de casos de contacto y las aproximadamente 60 personas que han dado positivo han estado en 350 sitios.

Merlino afirmó que fuera de Melbourne se levantarán las medidas de confinamiento para los habitantes de su estado. Pero se mantendrá una serie de restricciones, como el número de personas autorizadas a asistir a bodas o funerales.

En Melbourne los estudiantes de secundaria que tengan exámenes podrán volver a clase y las personas que trabajen en el exterior podrán reincorporarse, agregó.

Australia ha frenado bastante bien la propagación del covid-19 en su territorio mediante drásticos controles fronterizos y la aplicación de restricciones en cuanto aparecían nuevos casos.

Brett Sutton, jefe de servicios sanitarios del estado de Victoria, estimó necesario prolongar las restricciones para detener el contagio entre la población, y calificó esta variante de "verdadero monstruo".

"Hay una decena de países que no tenían casos de contagio entre sus poblaciones en 2021 que han perdido totalmente el control", declaró.

Es el cuarto confinamiento en Melbourne desde el comienzo de la pandemia.

Se han alzado voces contra el gobierno federal conservador debido a la lentitud de la campaña de vacunación.

La oposición laborista critica al gobierno por no revisar el sistema de cuarentena para los viajeros que llegan del extranjero.

Australia ha registrado menos de 30.000 casos de covid-19 desde el comienzo de la pandemia y no llega a las 1.000 muertes en el país por coronavirus.

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