Tibisay Lucena, rectora del Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE), anunció este martes que, de cumplirse todos los requisitos necesarios, la recolección del 20% de firmas para activar el referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro se realizaría a finales de octubre de este año.

Según Lucena, la Junta Electoral será la encargada de decidir entre el 14 y el 16 de septiembre si se realiza o no dicho proceso de recolección."Si se cumpliesen todos los requisitos establecidos en la norma, probablemente la recolección de las firmas se llevaría a cabo hacia finales de octubre", dijo en una rueda de prensa.

De ser así, tendrían que recaudarse poco menos de 4 millones de firmas en tres días para convocar un referendo revocatorio.

En el caso de juntar las rúbricas necesarias, el órgano electoral tendrá 15 días para validarlas. Y en los tres días siguientes, debería convocar al referendo, que se debe llevar a cabo 90 días después como máximo.

Los tiempos en estelargo y complejo proceso, que ya vivió momentos polémicos y hasta violentos con la primera recolección de firmas, del 1% del registro electoral, son clave, según señala el corresponsal de BBC Mundo en Caracas, Daniel Pardo.

Porque si el referendo es antes del 10 de enero, en caso de que el presidente Maduro sea revocado, habrá elecciones y la oposición tendría la oportunidad de llegar al poder.

Pero si es después de esa fecha -en la que se cumple el segundo tercio del mandato de Maduro, que asumió el 10 de enero de 2013-, la presidencia la asume el vicepresidente, en caso de que el presidente sea revocado.

Según nuestro corresponsal, eso quiere decir que el partido de gobierno continuaría gobernando el país, que vive "la peor crisis social y económica de su historia".

El referendo, pues, aún puede darse este año, pero muchos lo ven "imposible", señala Pardo.

"Ni retrasar ni apurar"

La oposición sostiene que el CNE está alargando el proceso y ha convocado a una masiva manifestación en Caracas el próximo 1 de septiembre.

El órgano electoral ha rechazado las críticas de que tiene una alianza con el gobierno de Maduro.

"El consejo electoral no puede retrasar ni apurar la activación de un referendo revocatorio", dijo Tibisay Lucena durante la esperada alocución de este martes.

Y, en caso de que lo haga, aseguró, "estaría violando los derechos políticos de los venezolanos".

Pero, entre los venezolanos de oposición, la credibilidad de Lucena es mínima, señala nuestro corresponsal, y muchos creen que la elección de finales de octubre para recabar el segundo lote de firmas va en la línea de los intereses del oficialismo.

Los 90 días

Diferentes encuestas han reportado que, debido al nivel de descontento, la gran mayoría de los venezolanos apoya el referendo y que, con facilidad, la oposición puede lograr recoger las casi 4 millones de firmas en los tres días que pauta el reglamento.

Lucena reiteró que, para ser aprobada, la recolección de las firmas se debe dar "en paz", porque, de lo contrario, el proceso de activación del referendo será suspendido.

La oposición ha anunciado diferentes movilizaciones alrededor del país para presionar a que se realice el referendo.

Uno de sus líderes, el gobernador Henrique Capriles, calificó la intervención del CNE de este lunes como "un ejercicio de cinismo y mentiras".

Y, aunque la oposición acusa al gobierno de infiltrar saboteadores a sus marchas, la posibilidad de violencia siempre está, indica nuestro corresponsal.

Pero, además de eso, hay otro obstáculo quizá más grande: que el referendo se dilate por los lapsos que le garantiza el reglamento.

Hasta ahora, el CNE ha llegado hasta el final de cada lapso en el proceso de activación, e incluso para algunos analistas y opositores, ha violado la Constitución al excederse de los que estipulan las leyes.

"La recolección de firmas tenía que ser en septiembre", le dice a BBC Mundo el exrector del CNE Vicente Díaz, cercano a la oposición.

El exfuncionario cita el reglamento de referendos, según el cual el CNE tiene 15 días para validar el primer lote de firmas y 15 días para preparar la infraestructura de la recolección del segundo lote.

"Pero se demoraron el doble del tiempo", indica.

Algo parecido ocurrió con la entrega de la planilla para introducir las firmas y con el anuncio de este martes, que se esperaba hace días.

Con eso, muchos creen que, después de la recolección del 20% de firmas, el CNE esperará hasta el día 90 que le garantiza el reglamento.

Y eso significa que, matemáticamente, el referendo sería en febrero o marzo.

"Cuestión de voluntad"

"El CNE ha demostrado en varias oportunidades que tiene capacidad técnica para no demorarse 90 en decir si hay o no referendo", le dice a BBC Mundo Daniel Fermín, sociólogo e investigador en temas electorales de la Universidad Católica Andrés Bello.

"Si el CNE quiere, puede hacerlo en menos de 90 días. Si no quiere, no. Es cuestión de voluntad. No de capacidad", asegura el analista.

Por eso muchos creen que ahora se abre un ajedrez político que juega un importante papel.

"Aún poniéndolo en octubre, los lapsos normativos y técnicos dan para que el referendo sea en 2016, pero eso depende de la presión política hacia el CNE, tanto del gobierno como la oposición y el sentimiento de cambio", asegura Díaz.

El referendo, entonces, no está muerto, como han declarado algunos funcionarios del gobierno, como Diosdado Cabello.

Pero eso no significa que se vaya a dar como espera la oposición.

 
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