Se trató del atentado más mortífero cometido por el autodenominado Estado Islámico (EI) en Irak.
El 2 de julio pasado un coche bomba explotó cerca de un restaurante en la zona comercial del distrito central de Karrada, en Bagdad, dejando 292 muertos y más de 200 heridos.
El atentado ocurrió al final del Ramadán, mes sagrado y de ayuno para los musulmanes, cuando las calles de Karrada estaban llenas de gente que se preparaba para celebrar.
Una de las razones principales por las que EI ejecutó esta matanza en la capital iraquí fue la pérdida del control de la ciudad de Faluya, que había sido uno de sus centros de operaciones, según explica el corresponsal de Medio Oriente de la BBC, Jeremy Bowen.
Una semana antes de la explosión, las fuerzas de seguridad iraquíes habían recuperado el dominio de esa localidad, ubicado a solo una hora de Bagdad.
"EI puede ser derrotado en el campo de batalla, pero puede ser capaz de responder golpeando donde más duele: asesinando a civiles en el corazón de esta capital, como en otras", explicó Jeremy Bowen.
Sobrevivientes de este terrible ataque en el corazón comercial de Bagdad dieron su testimonio a la BBC.