Hasta ahora, cualquier persona que quisiera sacar fotografías en sitios no turísticos en Egipto, aun cuando solo fuera para uso personal o para sencillamente compartirlas en redes sociales, debía contar con un permiso especial otorgado por el Ministerio del Interior. Es decir, aquello que para muchos es tan normal (sacar el móvil e inmortalizarse cada 3 minutos) en el país africano era un ejercicio de burocracia y control.
Pero eso cambiará a partir de ahora, luego de que el Ministerio de Turismo y Antigüedades confirmara el miércoles 20 de julio que los ciudadanos y turistas podrán hacer algo impensado: sacar fotografías y grabar videos libremente en las calles y espacios públicos. Habrá, eso sí, algunas condiciones importantes.
En los últimos meses varias voces se alzaron para denunciar las trabas que sufren los fotógrafos aficionados, o lo molesto que resultaba sacarse una foto familiar y ser interrumpido por las fuerzas de seguridad, que en algunos casos podían llegar a decomisar el material. Pero eso es parte del pasado ahora, si nos atenemos al pie de la letra de lo que dice el comunicado del ministerio.
Habrá excepciones, claro
La toma de fotografías estará autorizada "en el conjunto de los espacios públicos de Egipto, para egipcios, residentes extranjeros y turistas, con todo tipo de cámaras de fotografía y video tradicional o digital, de forma gratuita y sin necesidad de autorización previa", dice el documento, que -sin embargo- hace una advertencia: "Está estrictamente prohibido fotografiar escenas que podrían atentar contra la imagen del país". Esto último no fue explicado con más precisión.
Tampoco podrá tomarse fotografías de niños, y quien desee obtener instantáneas de otras personas deberá pedirles un consentimiento escrito. Asimismo, quien pretenda usar aparatos de iluminación externa u ocupar la vía pública con equipos más grandes, sí tendrá que pedir permiso a la autoridad de medios.
La medida supone un nuevo avance, luego de que en 2019 egipcios y turistas fueran autorizados a tomar fotografías para uso personal con sus teléfonos móviles, cámaras fotográficas tradicionales o digitales y video dentro de todos los museos y sitios arqueológicos.