El Ejército estadounidense afirmó que este domingo derribó un misil disparado contra uno de sus buques de guerra desde un área de Yemen controlada por los rebeldes hutíes, en uno de los últimos ataques contra navíos en el mar Rojo.
"Un misil antinavíos" fue disparado desde áreas de Yemen controladas por los hutíes "contra el USS Labook (DDG 58), que operaba en el sur del mar Rojo", informó el comando militar del país en Oriente Medio (Centcom).
EEUU derribó el misil con un avión de combate y no se reportaron heridos o daños, de acuerdo con el Centcom.
El ataque parece ser el primero contra un destructor estadounidense, en medio de un creciente número de ataques o intentos de ataques con misiles y drones por parte de los hutíes, contra lo que consideran buques vinculados a Israel en la ruta comercial clave del mar Rojo.
Los hutíes han dicho que actúan en solidaridad con Gaza, donde los militantes de Hamás llevan más de tres meses luchando contra Israel.
Anteriormente, Estados Unidos negó los informes de los rebeldes yemeníes de que lanzó nuevos ataques el domingo contra objetivos rebeldes en Yemen.
Los medios de comunicación hutíes dijeron que ataques estadounidenses y británicos habían alcanzado Al Hudayda, controlada por los rebeldes, pero un funcionario de defensa estadounidense que habló bajo condición de anonimato afirmó: "Hoy no se ha producido ningún ataque estadounidense o de la coalición".
Las fuerzas estadounidenses y británicas afirmaron el viernes que habían alcanzado decenas de objetivos rebeldes en todo Yemen, lo que aumenta el temor a que la guerra de Israel contra los militantes palestinos de Hamás pueda envolver a la región.
A última hora del viernes, el ejército estadounidense informó de que había realizado un ataque de "seguimiento" contra un radar hutí, tras un bombardeo inicial a primera hora del viernes contra instalaciones militares rebeldes.
Alrededor del 12% del comercio mundial pasa normalmente por el estrecho de Bab el-Mandeb, la entrada del mar Rojo entre el suroeste de Yemen y Yibuti, pero los ataques rebeldes han afectado a los flujos comerciales.
Washington anunció el mes pasado una iniciativa de seguridad marítima, la operación "Guardián de la prosperidad", para proteger el tráfico marítimo en la zona. Pero los hutíes han mantenido los ataques a pesar de varias advertencias.