AFP
Donald Trump obtuvo una gran victoria este sábado en Carolina del Sur, que lo cimienta como el favorito entre los republicanos, mientras que Hillary Clinton le inyectó aire a su campaña al ganar Nevada, en las primarias hacia las presidenciales estadounidenses de noviembre.
Los triunfos del grandilocuente multimillonario de 69 años y la exsecretaria de Estado, de 68, reconfortan a estos candidatos, a pocos días del 1 de marzo, cuando en el llamado "supermartes" once estados tengan sus primarias.
Pero la jornada se cobró una víctima: el exgobernador de Florida Jeb Bush -hermano e hijo de expresidentes estadounidenses-, anunció con lágrimas en los ojos el retiro de su campaña para la Casa Blanca, luego de un desempeño decepcionante en las primarias.
En Carolina del Sur, Trump confirmó en las urnas lo que las encuestas han señalado desde el año pasado: que es el favorito para ganar la nominación de los republicanos en la carrera hacia la Casa Blanca para reemplazar a Barack Obama.
El magnate, que ha conquistado a un electorado republicano que busca un "outsider" antisistema, obtenía 32,8% de los sufragios, seguido del senador de origen cubano Marco Rubio con 22,4% y del ultraconservador Ted Cruz con 22,1%, con 93,5% de los votos contados.
"Luego de esta noche, la carrera se ha convertido en una competencia entre tres personas y yo ganaré la nominación", dijo un confiado Rubio, el menor de los candidatos a la Casa Blanca, con 44 años.
Jeb Bush, el candidato casado con una mexicana que defendía un mecanismo para regularizar a los inmigrantes indocumentados, quedó en cuarto lugar, lo que terminó por sacarlo de la competencia.
De últimos quedaron el gobernador de Ohio, el moderado John Kasich, y el médico retirado Ben Carson.
Al congratularse por su victoria en un discurso, Trump se mostró confiado en que parte de los seguidores de sus contrincantes que se han retirado de la carrera, apoyarán ahora su candidatura.
"No es fácil la lucha por la presidencia. Es dura, es desagradable, es odiosa. Es bella. Cuando ganas, es bella. Y vamos a empezar a ganar para mejorar nuestro país", dijo el controversial Trump, que perdió Iowa frente a Cruz pero ganó holgadamente New Hampshire, los estados que tuvieron primarias antes de Carolina del Sur.
Necesitado triunfo
Hillary Clinton logró una necesitada victoria este sábado frente a su rival Bernie Sanders en los "caucus" (asambleas de votantes) en Nevada, en el oeste del país.
Pero la mínima diferencia entre ambos candidatos augura unas primarias prolongadas, en medio de una creciente popularidad del senador de Vermont en el país.
Con el 88,1% de los resultados contabilizados, Clinton obtenía el 52,6% frente al 47,4% para Sanders.
"Algunos pudieron haber dudado de nosotros, pero nosotros nunca dudamos", dijo Clinton en un discurso desafiante en las Vegas, en el hotel y casino Caesars Palace. "Los estadounidenses tienen derecho a estar molestos. Pero también están hambrientos de soluciones reales", dijo.
Sanders felicitó a Clinton, aunque mostró su orgullo por haber acortado la distancia con la exsecretaria de Estado, que desde el comienzo ha sido la favorita para obtener la nominación demócrata para las presidenciales de noviembre.
"Tenemos el viento a favor cuando nos dirigimos al 'supermartes'", dijo Sanders, de 74 años.
Pese a haber logrado un necesitado triunfo, los resultados del sábado darán que pensar a la campaña de Clinton, cuya popularidad entre los latinos se daba por sentada.
Según sondeos realizados a boca de urna, un 53% de los electores hispanos se decantaron por Bernie Sanders, contra 45% por Clinton.
Pero tres cuartos de los electores negros sí la apoyaron, una buena noticia para la exprimera dama de cara a las primarias en los estados del sureste, donde los negros conforman una buena parte de la población.
La victoria en Nevada le da a Clinton un respiro, luego de la rotunda derrota que le propinó en New Hampshire el senador Bernie Sanders, cuyo mensaje antiélites y antiWall Street ha calado hondo entre los jóvenes demócratas.
La exsecretaria de Estado obtuvo otra muy ajustada victoria en Iowa, el estado que inauguró las primarias hacia las presidenciales de noviembre, aunque por el apoyo que tiene del partido Demócrata sigue siendo la favorita para obtener la nominación.